Categoría: Boquitas Veganas Ahora estamos delante del plato vacío que pretendemos llenar. De alguna manera, como ante la página en blanco de un escritor que sabe con certeza lo que no va a escribir, pero que se mantiene indeciso respecto de las palabras con las que expresará sus ideas.
Primero está el hambre. Luego, la pretensión de nutrirnos, porque nos enseñaron que necesitamos vitaminas. Puede que también nos esperancemos con la expectativa de una buena salud que se sostendría con cada bocado bien elegido. O que nos instalemos, como comensales, en la mesa compartida, en el momento del encuentro o del festejo, en la vuelta al mundo en ochenta platos. Entonces, cada uno tendrá que adaptar a su propia vida la elección diaria donde, en el animal realmente ausente, demostrará su intención de no dañar a otros.
Voy a decirte que algún vegetal −o algún modo de prepararlo− es mejor que otro, esperando que no te lo creas hasta comprobarlo en vos mismo; pero no voy a decirte que tenés que comer tal o cual alimento. Sólo voy a invitarte a recorrer algunos pasos. Así, mientras trazás tu propia ruta, vas conformando, en otros humanos, un paladar vegano: el único posible para quien se instala en una ética de hospitalidad hacia sus compañeros animales con quienes comparte la continuidad
Desinfección de frutos secos
Smoothie Urtica
Falafel
Ahora estamos delante del plato vacío que pretendemos llenar. De alguna manera, como ante la página en blanco de un escritor que sabe con certeza lo que no va a escribir, pero que se mantiene indeciso respecto de las palabras con las que expresará sus ideas.
Primero está el hambre. Luego, la pretensión de nutrirnos, porque nos enseñaron que necesitamos vitaminas. Puede que también nos esperancemos con la expectativa de una buena salud que se sostendría con cada bocado bien elegido. O que nos instalemos, como comensales, en la mesa compartida, en el momento del encuentro o del festejo, en la vuelta al mundo en ochenta platos. Entonces, cada uno tendrá que adaptar a su propia vida la elección diaria donde, en el animal realmente ausente, demostrará su intención de no dañar a otros.
Voy a decirte que algún vegetal −o algún modo de prepararlo− es mejor que otro, esperando que no te lo creas hasta comprobarlo en vos mismo; pero no voy a decirte que tenés que comer tal o cual alimento. Sólo voy a invitarte a recorrer algunos pasos. Así, mientras trazás tu propia ruta, vas conformando, en otros humanos, un paladar vegano: el único posible para quien se instala en una ética de hospitalidad hacia sus compañeros animales con quienes comparte la continuidad