Lo que hicieron fue «brutal»

14-6-08

En medio de la tensión entre los sectores del campo y del gobierno que atraviesa hace muchas semanas la Argentina, un camión que transportaba 45 vacas llevadas para ser asesinadas en un matadero, fue atacado en la madrugada del 13 de junio de 2008 por un auto y dos camionetas cuatro por cuatro, en una ruta alternativa cordobesa. Primero fue baleado el parabrisas, aunque no resultó herido ni el  conductor ni su acompañante. Luego se subieron al techo del acoplado, abrieron la puerta trasera y “como  las vacas jamás se tirarían desde el metro y pico que tiene el acoplado, empezaron a balearlas desde arriba, como un fusilamiento.” [1]

Claro que no, porqué iban a tirarse. Ellas son seres muy sensible que no quieren morir, perciben la violencia, se paralizan en el terror de su total indefensión. Salieron desesperadas por el miedo y el dolor y al parecer, sólo recuperaron, heridas y sufriendo, a unas 17. El resto habrá quedado en manos de cuatreros zonales, declaró el productor dueño de esos animales no humanos, preocupados como cualquiera que pierde sus ganancias.

¿Es un acto de violencia? Sí, pero socialmente el especismo reinante apenas atina a considerar que iban hacia un destino que se adelantó de forma “brutal”. ¿Hay un acto que pueda ser penado? Sí. ¿Puede en la práctica ser penado? No. La protección de quien no tiene el básico derecho de vivir es una patética ironía. ¿Se discute algún tema legal? Sí: el costo de cada animal que va desde los 1300 a los 1500 pesos.

Y se anuncian más muertes anticipadas porque la cadena de la muerte no puede detenerse. Si no llega alimento para los pollos destinados a las parrillas, la industria los matará anticipadamente, porque necesita dar cabida a una nueva serie de producción. El vicepresidente de la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios) está preocupado porque tendrán que matar no sólo “pollitos bebés, sería lo de menos. Lo grave es que los pollos grandes no tienen alimentos y comenzarán a matarse entre ellos para poder alimentarse”[2] Preocupaciones semejantes tiene la Asociación Argentina Productores de Porcinos. Mientras tanto, se tiran millones de litros de leche producidos en otras industrias de sufrimiento y muerte, pues no pueden llegar a su lugar de procesamiento.

La necesidad de abolir la esclavitud animal en la reivindicación de los derechos básicos de los no humanos, no es una teoría que surja de una mente meditando en el vacío. Surge teóricamente a partir de realidades como éstas, organizándola en conceptos abstractos. Luego se la revierte en estrategia práctica. Estas atrocidades, que serían con razón dignas de una marcha de repudio si fuesen perros o gatos, pueden ser más o menos crueles en la circunstancia atroz del matadero. Pero siempre se nutre de violencia, se impregna de dolor y se asienta en la opresión y en la injusticia. Y necesitan llegar a ser repudiadas porque no hay diferencia entre una especie y otra, excepto para los que hemos tenido la posibilidad de acercarnos a unas mientras nos bloquean la posibilidad de acercarnos a otras, mostrándonoslas como “comida”. Ellas-ellos se merecen que difundamos el veganismo.


Notas

[1] Atacaron a balazos a un camión que transportaba 45 vacas, Clarín, 14-6-08.

[2] La agroindustria, en un callejón sin salida. Clarín,14-6-08.

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