{"id":1360,"date":"2012-07-31T19:34:41","date_gmt":"2012-07-31T19:34:41","guid":{"rendered":"http:\/\/anyaboglio.com\/?p=1360"},"modified":"2019-08-04T18:46:43","modified_gmt":"2019-08-04T21:46:43","slug":"las-mil-y-una-jaulas-iii-las-dos-pantallas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/anyaboglio.com\/las-mil-y-una-jaulas-iii-las-dos-pantallas\/","title":{"rendered":"Las mil y una jaulas [III]. Las dos pantallas"},"content":{"rendered":"
En Las mil y una noches<\/em>, los cuentos se enmarcan unos dentro de otros, en una figura literaria que responde a la manera en que Scherezade los va contando a lo largo de las mil noches en que intenta salvar su vida, hasta conseguirlo. Hay mil y una jaulas, unas dentro de otras. No s\u00f3lo confinan a los no humanos sino que a\u00edslan mental y emocionalmente a la gente de la realidad de su esclavitud. Los defensores de los derechos animales necesitamos entenderlas y por eso me gustar\u00eda, contar algunas historias.<\/p>\n Aqu\u00ed est\u00e1 la primera historia: El zool\u00f3gico y los conservacionistas<\/a>. Aqu\u00ed la segunda: El futuro est\u00e1 en los ni\u00f1os.<\/a><\/p>\n Ahora les dejo la tercera:<\/p>\n Im\u00e1genes en celulares, IPods<\/em> y monitores. Como una pel\u00edcula de ficci\u00f3n, la misma tecnolog\u00eda que motoriza la industria de explotaci\u00f3n de los animales sirve tambi\u00e9n para replicar lo que sucede en la exhibici\u00f3n de animales no humanos palermitana. Pero las im\u00e1genes no hablan por s\u00ed solas. No reflejan, por ejemplo, la alegr\u00eda del sector ganadero, que festeja un aumento del 5% en \u201cla faena registrada en los primeros cinco mees de este a\u00f1o\u201d sobre la del mismo per\u00edodo del 2011. [1] Se puede decir que funcionan al estilo de un reality-show<\/em>.<\/p>\n Afuera, la Gran Pantalla fosforece induciendo a la ceguera: con s\u00f3lo mirarla, instaura el entretenimiento. El animal no humano se contempla en la realidad y en im\u00e1genes como una doble representaci\u00f3n del paradigma de propiedad institucionalizado que no se ve. Adentro, los chicos se entusiasman votando el nombre que le dar\u00e1n a un cabrito nacido el jueves 26 de julio. All\u00ed quedar\u00e1 hasta el final de la muestra, antes de iniciar su destino de raza Boer.<\/p>\n Y empieza otro d\u00eda m\u00e1s para ofrecer las novedades de este a\u00f1o.<\/p>\n En medio de un ruido inimaginable en su h\u00e1bitat natural, un cam\u00e9lido, si est\u00e1 \u201camansado\u201d, responde bien. No s\u00f3lo las llamas sino la flamante atracci\u00f3n: una alpaca arrib\u00f3 por primera vez a la muestra de la Rural. Domesticadas, no s\u00f3lo sirven como animales \u201cde carga\u201d sino tambi\u00e9n como caddies <\/em>para golfistas sofisticados. Aqu\u00ed es donde la gente puede apreciar los \u201cbeneficios\u201d de la conservaci\u00f3n de las especies.<\/em> Como muchas clases de chinchillas, las alpacas argentinas estaban extinguidas. Pero el cruce entre importaci\u00f3n de ejemplares y apoyo cient\u00edfico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, v\u00eda t\u00e9cnicas de transferencia embrionaria de vientres receptores, logr\u00f3 lo que podemos decir que es, al menos, una alpaca \u201cnacida\u201d en Argentina. No es cualquier \u201ccosa\u201d, dado su valor agregado. Puede alcanzar los cuarenta mil pesos, puesto que se vende a interesados en la industria de la fibra y tambi\u00e9n \u2013por iniciativa de su due\u00f1o que dice que no hace todo esto por plata\u2013, a due\u00f1os de los zool\u00f3gicos de Argentina. [2]<\/p>\nLas dos pantallas<\/h4>\n