{"id":2072,"date":"2015-07-29T14:38:18","date_gmt":"2015-07-29T17:38:18","guid":{"rendered":"http:\/\/anyaboglio.com\/?p=2072"},"modified":"2016-06-17T15:36:16","modified_gmt":"2016-06-17T18:36:16","slug":"discurso-pornografia-y-caza","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/anyaboglio.com\/discurso-pornografia-y-caza\/","title":{"rendered":"Discurso, pornograf\u00eda y caza"},"content":{"rendered":"

\"ciervo-any-aboglio\"<\/a>\u00a9Mar\u00eda Comminou \u00a9Traducci\u00f3n: Ana Mar\u00eda Aboglio.<\/h4>\n
En Animals & Woman, Feminist Theoretical Explorations<\/em>, Carol Adams & Josephine Donovan editors, Duke University Press, EE.UU., 1995, p.126-148.<\/h6>\n
Introducci\u00f3n<\/h5>\n

La Constituci\u00f3n, dice Catherine Mackinnon, \u00abes una pieza de papel con palabras escritas en ella\u00bb (1987, 206). Esta pieza de papel se ha convertido en la base sobre la que se libran batallas de intereses opuestos. Qu\u00e9 grupo gana, al menos a corto plazo, es factible que sea determinado por personas designadas pol\u00edticamente en la Corte Suprema.<\/p>\n

El fracaso para lograr consenso en problemas que involucran a valores morales y a la \u00e9tica hace que todas las partes se vean obligadas a recurrir a la legislaci\u00f3n, preferentemente la federal, y en caso de fallar \u00e9sta, a la de nivel estatal. Temas que afectan profundamente a las mujeres, tales como aborto o acoso sexual y pornograf\u00eda, por ejemplo, van del foro p\u00fablico a manos de la ley y viceversa. Su destino en t\u00e9rminos de la ley se convierte en cuesti\u00f3n de interpretar el derecho a la intimidad en el caso del aborto y el derecho a expresarse libremente en el caso del acoso sexual y la pornograf\u00eda. Seg\u00fan el caso, la constituci\u00f3n puede ser una aliada y debe ser respetada, o ser nuestra enemiga, y puede ser modificada o reinterpretada. Las disputas, expresadas en t\u00e9rminos del derecho [1] realmente ponen l\u00edmites y determinan qui\u00e9n se queda dentro y qui\u00e9n se queda afuera.<\/p>\n

Mientras las mujeres y las minor\u00edas raciales y con una orientaci\u00f3n sexual siguen luchando por una posici\u00f3n m\u00e1s segura dentro del c\u00edrculo de los poseedores de derecho privilegiados, existe ahora otro grupo que se encuentra peleando en el l\u00edmite. Este grupo de \u00abtontos\u00bb, \u00abbrutos subhumanos\u00bb, puede estar representado \u00fanicamente por partidarios retirados de las filas de sus opresores. No puede consentir y no tiene capacidad para determinar su propio destino. En la jerarqu\u00eda ideada por el Homo sapiens, los animales no humanos ocupan el rango m\u00e1s bajo y han prestado sus nombres para todo tipo de m\u00e9taforas de mal trato [2]. Por el contrario, palabras peyorativas que expresan directamente compasi\u00f3n por los animales no humanos [3] en s\u00ed no vienen r\u00e1pidamente a la mente, excepto para las descripciones directas de la tecnolog\u00eda moderna: \u00abmodelos animales\u00bb y \u00abbiom\u00e1quinas\u00bb.<\/p>\n

Los animales no cuentan a\u00fan con \u00abestatus\u00bb [4] legal y sus partidarios se ven a menudo obligados a protegerlos a trav\u00e9s del subterfugio. A pesar de que no contamos con legislaci\u00f3n que proteja los derechos de los animales como tales, s\u00ed contamos con algunas leyes contra la crueldad. Sin embargo, a algunos animales se les ha negado incluso la categor\u00eda de \u00abanimal\u00bb, que podr\u00eda activar alg\u00fan mecanismo de protecci\u00f3n. Los defensores de los animales han recurrido a las cortes para obligar al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) a que incluya a los ratones, ratas y a los p\u00e1jaros en la definici\u00f3n de \u00abanimales\u00bb prevista por las normas de la Ley de Bienestar de los Animales de 1970, pero no han tenido \u00e9xito a\u00fan en superar el obst\u00e1culo de la adquisici\u00f3n de status legal [5].<\/p>\n

Incluso los esfuerzos tendientes a la aprobaci\u00f3n de legislaci\u00f3n que prohiba algunas de las pr\u00e1cticas m\u00e1s innecesarias en el trato y explotaci\u00f3n comercial de los animales -tales como la Ley de Animales Ca\u00eddos, por ejemplo- no han tenido \u00e9xito a\u00fan (Hazard 1992). Esta ley, cuyo objetivo fue proporcionar eutanasia humana y oportuna al ganado lastimado o enfermo que ya no puede seguir en pie o caminar, fue presentada por \u00faltima vez en el Congreso N\u00b0103 y all\u00ed expir\u00f3, porque se puede hacer algo de dinero al comercializar a estas criaturas agotadas antes de que la enfermedad se apodere totalmente de ellas. Un proyecto similar (Cal. S. B. 692) fue convertido en ley en California en septiembre de 1994, pero no mucho antes fue convertida en algo in\u00fatil e ineficaz a trav\u00e9s de unos pocos cambios, aparentemente menores, pero fundamentales. La cl\u00e1usula referente a la eutanasia, por ejemplo, fue reemplazada por la condici\u00f3n de ya sea tomar \u00abacci\u00f3n inmediata para efectuar la eutanasia\u00bb o de \u00abretirar al animal del lugar\u00bb (Asociaci\u00f3n Humana de Agricultura 1994). Los esfuerzos de la oposici\u00f3n para un alcance mucho m\u00e1s amplio, tales como leyes contra el acoso a la caza y legislaci\u00f3n esencial tendiente a la protecci\u00f3n del car\u00e1cter reservado de los laboratorios de animales [6], han tenido \u00e9xito en el estado e incluso a nivel federal, a pesar de los temas de constitucionalidad que despiertan.<\/p>\n

La religi\u00f3n se encuentra en el centro de otras disputas constitucionales y los indicios en este frente se encuentran mezclados. La libertad religiosa ha sido apoyada por cortes superiores en el caso de algunos padres de la Ciencia Cristiana que rechazaron buscar un tratamiento m\u00e9dico de tendencia general para sus hijos enfermos y se atuvieron en cambio al resultado de una curaci\u00f3n espiritual, incluso a pesar de que el desenlace fuera la muerte del ni\u00f1o\/a (Goodrich, 1992). Por otra parte, la prohibici\u00f3n contra el uso de la planta narc\u00f3tica peyote no ha sido levantada en relaci\u00f3n con los rituales religiosos de los Indios Americanos. En el caso de Smith, de 1990, la Corte Suprema determin\u00f3 que la prohibici\u00f3n del peyote era neutral porque se aplica a cualquiera y no est\u00e1 dirigida a un grupo en particular debido a su religi\u00f3n [7].<\/p>\n

La decisi\u00f3n no satisfizo a las organizaciones religiosas, que vieron en ello un desgaste de su pr\u00e1ctica libre de religi\u00f3n. No es de sorprender, que en referencia al tema de sacrificios de animales en nombre de una religi\u00f3n, organizaciones religiosas que van desde las Presbiterianas hasta las Jud\u00edas y hasta la de los Adventistas del S\u00e9ptimo D\u00eda se unieran a la Uni\u00f3n Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) para apoyar la libertad de practicar rituales religiosos (Roman 1992\u00aa).<\/p>\n

En este art\u00edculo hago una cr\u00f3nica de la importancia o la protecci\u00f3n desigual que se le ha concedido a la libre expresi\u00f3n en casos aparentemente sin conexi\u00f3n de pornograf\u00eda y caza. Al comparar en primer lugar las reacciones a leyes contra la pornograf\u00eda y contra el acoso a la caza, encontramos que estamos lidiando con situaciones en las que aquellos que se encuentran en el poder hacen e interpretan las leyes para servir a sus prop\u00f3sitos. Una comparaci\u00f3n entre las leyes en contra del acoso sexual y contra el acoso a los cazadores revela incongruencias mayores. Si queremos tomar partido, pareciera en forma superficial que no podemos tomar partido por las mujeres y los animales sin perder l\u00f3gica en el asunto de la libertad de expresi\u00f3n. Sin embargo, si reflexionamos, encontramos que podemos confiar en nuestra compasi\u00f3n por ambos, porque estas inconsistencias desaparecen si reconocemos que la pornograf\u00eda y el acoso sexual est\u00e1n en relaci\u00f3n con el silenciamiento de las mujeres, as\u00ed como las leyes contra el acoso a los cazadores buscan silenciar a los \u00fanicos defensores de los animales. Las mujeres y los animales o sus defensores pueden no siempre parecer estar del mismo lado de la disputa porque los temas involucrados est\u00e1n siendo definidos nuevamente ante nuestros propios ojos pero no importa de que lado est\u00e9n sentados, hasta ahora, componen el lado perdedor.<\/p>\n

Pornograf\u00eda y Caza<\/h5>\n

De los ejemplos anteriormente mencionados, podemos conjeturar que una interpretaci\u00f3n restringida de la Constituci\u00f3n, una que permita una restricci\u00f3n de los derechos fundamentales, es considerada como leg\u00edtima cuando importan los grupos que se ven afectados. De no ser as\u00ed, la Constituci\u00f3n es considerada como algo absoluto. Por ejemplo, aparece una avalancha de opiniones y experiencia legal, no de la ACLU, para defender la libertad de expresi\u00f3n cuando el desaf\u00edo proviene de mujeres que buscan la aprobaci\u00f3n de legislaci\u00f3n en contra de la pornograf\u00eda. Pero hay un silencio ensordecedor por parte de los defensores de la Primera Enmienda cuando la propuesta proviene de grupos de caza. La defensa de la libertad de expresi\u00f3n en el \u00faltimo caso ha reca\u00eddo principalmente en las espaldas de los activistas de los derechos de los animales. Cuando se desliz\u00f3 una cl\u00e1usula que se refer\u00eda a la \u00abobstrucci\u00f3n de caza legal\u00bb en la ley contra el crimen H. R. 3355 bajo la apariencia de \u00abseguridad p\u00fablica recreativa\u00bb, la ACLU recurri\u00f3 como \u00faltima instancia al problema de la libre expresi\u00f3n.<\/p>\n

En forma superficial, el fracaso de la legislaci\u00f3n contra la pornograf\u00eda y el r\u00e1pido \u00e9xito de las leyes contra el acoso a los cazadores [8] se encuentran en veredas opuestas del debate de la libre expresi\u00f3n y por lo tanto apuntan simplemente a la inconsistencia. Pero a un nivel m\u00e1s profundo, ambos casos tienen que ver con qui\u00e9n \u00abdispare los tiros\u00bb. En este sentido, los casos de sacrificios de animales que decidi\u00f3 recientemente la Corte Suprema de Estados Unidos podr\u00edan haber sido alentadores. La ciudad de Hialeah, Florida, aprob\u00f3 ordenanzas que prohiben sacrificios animales pero s\u00f3lo en respuesta a las pr\u00e1cticas abiertas por parte de los seguidores de la religi\u00f3n Santeria [9]. Por lo tanto, se argument\u00f3 que la legislaci\u00f3n tend\u00eda a coartar la libre pr\u00e1ctica de una religi\u00f3n en particular y no a prevenir la crueldad contra los animales o a proteger la salud p\u00fablica, como exig\u00eda la ciudad. Debido a que las ordenanzas no pudieron satisfacer los criterios de \u00abneutralidad\u00bb, espec\u00edficamente al centrarse en una matanza religiosa y excluir otros casos de matanza de animales, la Corte Suprema fall\u00f3 en contra de Hialeah [10]. La decisi\u00f3n se bas\u00f3 en la resoluci\u00f3n de Smith que no permit\u00eda el uso de drogas prohibidas ni siquiera por razones de inter\u00e9s religioso y separaci\u00f3n estatal [11]. Por lo tanto, la cuesti\u00f3n de si los animales pueden perder sus vidas en funci\u00f3n de la pr\u00e1ctica libre de una religi\u00f3n no ha sido resuelta a\u00fan y debe esperar que una nueva causa no se vea impedida por imperfecciones en Hialeah.<\/p>\n

La cuesti\u00f3n de la pornograf\u00eda ha dividido tanto al sector feminista como al sector liberal y ha creado algunas alianzas extra\u00f1as [12]. Algunas feministas se opusieron a cualquier tipo de legislaci\u00f3n en contra de la pornograf\u00eda en base a que se trata de una forma de expresi\u00f3n y que cualquier restricci\u00f3n a la expresi\u00f3n afectar\u00e1 en forma desproporcionada a las mujeres. Por otra parte, algunos conservadores religiosos o de derecha han respaldado prohibiciones a la pornograf\u00eda con los mismos argumentos con los que se oponen a la obscenidad: ofende las normas de la comunidad y desfigura los valores familiares. Las feministas que se oponen a la pornograf\u00eda, en cambio, no est\u00e1n motivadas por una moralidad puritana. Ellas, en cambio, consideran a la pornograf\u00eda como una cuesti\u00f3n pol\u00edtica que afecta la condici\u00f3n de las mujeres en una sociedad dominada por los hombres.<\/p>\n

La profesora de derecho de la Universidad de Michigan, Catharine MacKinnon y la escritora feminista Andrea Dworkin esbozaron en forma conjunta un modelo de legislaci\u00f3n antipornogr\u00e1fica en base a la consigna de que la pornograf\u00eda viola los derechos civiles de las mujeres, como qued\u00f3 demostrado a trav\u00e9s de los efectos nocivos que esta tuvo sobre las mujeres como clase. Se reconocieron y se hicieron efectivos cuatro da\u00f1os: coerci\u00f3n en la producci\u00f3n de pornograf\u00eda, aplicaci\u00f3n forzada de material pornogr\u00e1fico sobre los dem\u00e1s, ataques directos originados por cierta pornograf\u00eda espec\u00edfica y el tr\u00e1fico pornogr\u00e1fico (MacKinnon 1987, 179). La pornograf\u00eda se define concretamente y se excluye lo que se conoce normalmente como erotismo. Una versi\u00f3n de esta legislaci\u00f3n fue aprobada en Indian\u00e1polis pero fue declarada posteriormente como inconstitucional por parte de la Suprema Corte de los Estados Unidos, que permiti\u00f3 que prevaleciera la decisi\u00f3n de una corte de apelaciones. En palabras de MacKinnon, \u00abesta es una ley que le da a las v\u00edctimas acci\u00f3n civil cuando son obligadas a efectuar pornograf\u00eda, cuando se les impone pornograf\u00eda, cuando son subordinados a trav\u00e9s del tr\u00e1fico pornogr\u00e1fico\u00bb (MacKinnon 1987, 210). Una ordenanza similar efectuada por parte de la ciudad de Minneapolis fue vetada dos veces por el intendente. La legislaci\u00f3n antipornogr\u00e1fica es un ejemplo de las coaliciones no sencillas formadas por ambos bandos [13]. De acuerdo con Kaminer, \u00abfue presentada al Municipio de la Ciudad de Indian\u00e1polis por parte de un activista anti-ERA, aprobada con el apoyo de la derecha y convertida en ley por un intendente Republicano\u00bb(Kaminer 1992). Por otra parte, un grupo que incluye a Adrienne Rich y Betty Friedan form\u00f3 la Fuerza Feminista de Actividad Anticensurable (FACT) a fin de oponerse a tal legislaci\u00f3n [14]<\/p>\n

En su reciente libro, en un cap\u00edtulo titulado \u00abEl Evangelio de acuerdo con Catharine MacKinnon\u00bb, la absolutista de la libertad de expresi\u00f3n Nat Hentoff critica el enfoque legal de MacKinnon-Dworkin respecto de la pornograf\u00eda como censura y cita opiniones que expresan duda respecto de la conexi\u00f3n entre la pornograf\u00eda y la violencia en contra de las mujeres (Hentoff 1992). Otros han sido menos reprimidos en su oposici\u00f3n. Un ejemplo extraordinario de persuaci\u00f3n e identificaci\u00f3n con la representaci\u00f3n masculina del sexo y la pornograf\u00eda est\u00e1 presentado por Camille Paglia en un ataque sin respiro y florido dirigido hacia el equipo MacKinnon-Dworkin, al que denomina \u00abEl sombrerero loco y su lir\u00f3n durmiente\u00bb (Paglia 1992). \u00abSoy una pornografista,\u00bb declara ella en una l\u00ednea abierta en su art\u00edculo de la revista Playboy, en los que alterna entre insultos imaginativos (\u00abAcabemos con el Feminismo Enfermante, con su corte de enfermas del est\u00f3mago, anor\u00e9xicas, bul\u00edmicas, depresivas, v\u00edctimas de violaci\u00f3n y sobrevivientes a incestos\u00bb) y una exaltaci\u00f3n po\u00e9tica de la pornograf\u00eda (\u00abla pornograf\u00eda es un escenario pagano de belleza, vitalidad y brutalidad, del vigor arcaico de la naturaleza. Deber\u00eda romper con toda regla, ofender toda moralidad… La pornograf\u00eda permite que el cuerpo viva en una gloria pagana, el absolutismo lujurioso en forma desordenada de la carne\u00bb). La de Paglia es una nueva forma elocuente de repetir la banalidad de que las mujeres deber\u00edan disfrutar la degradaci\u00f3n y la violencia si eso es lo que les place a los hombres, dado que la sexualidad est\u00e1 definida por los hombres para ambos sexos [15]<\/p>\n

Sean cuales fueren los m\u00e9ritos de estos argumentos, la elocuencia de los defensores de la pornograf\u00eda, como Paglia, es igualada \u00fanicamente por la prosa de los columnistas exteriores al defender la caza. En una columna de aproximadamente m\u00e1s de 800 palabras, Gene Mueller se las arregla para describir a \u00ablos seguidores de la religi\u00f3n m\u00e1s reciente de Estados Unidos, los activistas de los derechos de los animales que pugnan por la vida de una rata m\u00e1s que por la de un ser humano\u00bb como \u00abgente Bambi\u00bb y \u00abrecolectores de dientes de le\u00f3n\u00bb y finaliza su art\u00edculo con una amenaza encubierta: un cazador asustado puede disparar por reflejo y \u00abqu\u00e9 si el disparo de p\u00e1jaro se esparci\u00f3 sobre la creaci\u00f3n y encontr\u00f3….\u00bb (Mueller 1992). Se supone que su art\u00edculo tiene humor, por supuesto, pero este humor es el tipo de humor que la gente que pasa a ser su objetivo no parece apreciar. Por el contrario, el Senador Burns, que present\u00f3 la secci\u00f3n de acoso a los cazadores en la ley contra el crimen, represent\u00f3 a los que protestan contra la caza como extremistas peligrosos de los que los cazadores deben protegerse (Seelye 1994).<\/p>\n

Con fervor legislativo galopante, casi todos los estados ya aprobaron leyes en contra de actividades que impidan la caza. Pocas de estas leyes ya fueron o est\u00e1n siendo cuestionadas en su constitucionalidad, tal como la versi\u00f3n de 1985 de la Ley de Acoso a los Cazadores de Connecticut. Los estados est\u00e1n haciendo lo imposible para impedir cuestionamientos a la Primera Enmienda, incluso evitar arrestos o tratan de retirar los cargos de aquellos que violan las nuevas leyes (Bass 1992). Una oposici\u00f3n a la ley enmendada de 1990 de Connecticut, que incluye a\u00fan en su lista de actividades acosantes \u00abest\u00edmulos naturales o artificiales, orales, olfatorios o f\u00edsicos que afecten el comportamiento de la fauna a fin de impedir la caza legal,\u00bb ha fracasado (ver Bass 1992). Se cit\u00f3 que el fiscal de la causa expres\u00f3 que el derecho a privacidad del cazador \u00aben medio de la selva\u00bb enga\u00f1a a cualquiera de las afirmaciones de la Primera Enmienda efectuadas por parte de los activistas [16]. La preocupaci\u00f3n por la protecci\u00f3n de la privacidad del cazador para dispararle a animales en medio de tierras p\u00fablicas, incluyendo los Refugios Nacionales de Vida Silvestre, obliga a aquellos que se compadecen con lo cazado a arriesgarse al arresto o estar lejos de tierras p\u00fablicas durante la secuencia interminable de temporadas especiales para cada \u00abanimal de caza\u00bb desde un pato a un ciervo, a un fais\u00e1n, a una ardilla y a un conejo, que pueden ser cazados durante todo el a\u00f1o. Este inter\u00e9s avasallante de los estados por los derechos de la privacidad no parece extenderse a las mujeres, cuyos derechos a la privacidad respecto a elecciones reproductivas han sido eliminados en los \u00faltimos a\u00f1os.<\/p>\n

La constitucionalidad de las leyes de acoso a los cazadores no s\u00f3lo se hab\u00eda escapado del escrutinio de varios campeones de la Primera Enmienda hasta su aparici\u00f3n de la ley contra el crimen de 1994, sino que no hab\u00eda ni siquiera recibido la misma discusi\u00f3n que otras leyes desafiantes, tales como las leyes antipornogr\u00e1ficas o de acoso sexual. Incluso la Radio Nacional P\u00fablica no mencion\u00f3 la cuesti\u00f3n de la constitucionalidad en un segmento en el que describe una protesta infruct\u00edfera de acoso a los cazadores en Pennsylvania durante el primer d\u00eda de la estaci\u00f3n de caza de osos en 1992 [17]. El modelo MacKinnon-Dworkin se las ingeni\u00f3 para pasar la aprobaci\u00f3n en Indian\u00e1polis, s\u00f3lo para ser rechazado posteriormente, como ya he mencionado. En el \u00fanico lugar donde recibi\u00f3 apoyo en Estados Unidos fue en Minneapolis, pero fue rechazado dos veces por el Intendente Donald Fraser (Hentoff 1992, 340). En cambio, las leyes de acoso a los cazadores no encontraron tales obst\u00e1culos, como certifica su pasaje.<\/p>\n

Se pueden exponer varias explicaciones para esta discrepancia. Una la presenta MacKinnon para explicar el fracasa de la legislaci\u00f3n antipornogr\u00e1fica: el da\u00f1o causado por la pornograf\u00eda a sus vict\u00edmas no es considerado tan importante como la pornograf\u00eda y los materiales pornogr\u00e1ficos que hay a disposici\u00f3n (MacKinnon 1989, 213). El acoso a los cazadores, por otra parte, lastima a un mont\u00f3n de personas que apuestan a ganar al promover la caza.<\/p>\n

Varias explicaciones pueden argumentarse para esta discrepancia. Una la da MacKinnon en persona que explica el fracaso de la legislaci\u00f3n en contra de la pornograf\u00eda : el da\u00f1o causado por la pornograf\u00eda a sus v\u00edctimas no es considerado tan importante como el hecho de tener pornograf\u00eda o material pornogr\u00e1fico disponible (MacKinnon 1989,213). El acoso a los cazadores, por otra parte, da\u00f1a a un mont\u00f3n de personas que ganan con la promoci\u00f3n de la caza.<\/p>\n

Otra explicaci\u00f3n es que la expresi\u00f3n de ciertos ciudadanos es m\u00e1s valiosa que la de otros. De este modo, el que no haya leyes antipornogr\u00e1ficas salvaguarda la libertad de expresi\u00f3n de los hombres mientras que silencia a las mujeres; la aprobaci\u00f3n de leyes en contra del acoso a los cazadores restringe la expresi\u00f3n de los activistas por los derechos de los animales, la mayor\u00eda de los cuales son mujeres. En realidad, por supuesto, la expresi\u00f3n de cualquier persona que se aventure por la selva puede ser restringida pero s\u00f3lo los activistas por los derechos de los animales son el blanco, debido a su supuesto intento por eliminar la caza. La Corte Suprema de Connecticut acept\u00f3 que se hayan en juego cuestiones de libertad de expresi\u00f3n pero sostuvo, sin embargo, que los estatutos de acoso a la caza eran de contenido neutral, es decir, que no prohib\u00edan ning\u00fan mensaje en particular y que pod\u00edan ser regulados por el estado.<\/p>\n

Un tercer motivo, sin conexi\u00f3n, es que la pornograf\u00eda es considerada como una forma de expresi\u00f3n y que por lo tanto se halla protegida por la constituci\u00f3n, mientras que el pronunciamiento de los activistas contra la caza se considera una conducta y por lo tanto es ilegal [18], es que tanto la pornograf\u00eda como la caza son industrias multimillonarias. El hecho es que se conoce bien lo que representa la pornograf\u00eda pero el valor econ\u00f3mico de la caza puede no ser tan obvio. Alan Farnham (1992) presenta gastos de $10 mil millones pagados por los cazadores: el porcentaje m\u00e1s grande de dinero, 49 por ciento, va para equipamiento, incluyendo armas, municiones y veh\u00edculos; 19 por ciento para comida y alojamiento; 16 por ciento para transporte; 9 por ciento para acceder a tierra y 4 por ciento para varios aranceles y permisos gubernamentales. Los beneficiarios de este margen de ganancias, incluyendo al gobierno, no han de privarse del mismo para proteger la libertad de expresi\u00f3n de los amantes fuera de foco de Bambi [19], que reciben esas caracter\u00edsticas para prevenir que el p\u00fablico se identifique con ellos y se apiade de su causa. Ir\u00f3nicamente, a pesar de discutir el da\u00f1o hecho por la pornograf\u00eda o de ser dejado de lado por ser considerado indirecto o sin importancia por parte de los liberales del discurso libre, de los partidiarios de la pornograf\u00eda y de las cortes, no existe un da\u00f1o directo que pueda atribu\u00edrsele a los activistas de la causa contra la caza, excepto quiz\u00e1s el de arruinarle a los cazadores la diversi\u00f3n de matar. Por el contrario, a los que protestan contra la caza se los puede responsabilizar de reducir la carnicer\u00eda humana que provocan directamente los cazadores, de prevenir que disparen con tanta frecuencia (\u00bfy sin cuidado?) de lo que lo har\u00edan en caso contrario. A pesar de que el n\u00famero total de accidentes de caza continua disminuyendo, posiblemente debido a los cursos obligatorios de seguridad para cazadores, dictados en 47 estados [20], el n\u00famero de fatalidades humanas producidas por los cazadores (incluyendo las muertes autoinfligidas) aument\u00f3 de 146 en 1990 a 160 en 1991 (Castaneda 1992). Obviamente, los animales cazados, que son las v\u00edctimas reales, no se cuentan como heridas o muertes -para sugerir incluso que deber\u00edan, que ser\u00edan consideradas como absurdas por aquellos que se involucran o que promueven la caza.<\/p>\n

El tema del da\u00f1o puede ser de suma importancia [21]. En sus escritos y discursos, MacKinnon da a menudo ejemplos de otros tipos de expresiones que no son protegidos debido al da\u00f1o que pueden causar. Gritar \u00ab\u00a1Fuego!\u00bb sin raz\u00f3n, en un teatro lleno de gente, darle una orden de ataque a un perro guardi\u00e1n especialmente entrenado, dar asesoramiento m\u00e9dico sin contar con el t\u00edtulo correspondiente, hacer publicidad comercial falsa, solicitar coimas, conspirar en forma delictiva, efectuar amenazas, realizar contratos que violen la ley – ninguna de todas estas expresiones se encuentran protegidas en la actualidad por ser consideradas como libre expresi\u00f3n y nadie se queja al respecto. Por lo tanto, la pornograf\u00eda puede ser legislada bajo la misma teor\u00eda de da\u00f1os y perjuicios que justifican la reglamentaci\u00f3n de todas estas otras formas de expresi\u00f3n. Los da\u00f1os que pueden atribuirsele a la pornograf\u00eda incluyen da\u00f1os durante la producci\u00f3n, da\u00f1os a mujeres en forma de un aumento de ataques sexuales y violencia como resultado de la pornograf\u00eda y da\u00f1os provenientes del uso de la pornograf\u00eda en acosos sexuales (Sunstein 1993\u00aa). En forma similar, las objeciones de que tales reglamentaciones no son neutrales porque restringen un punto de vista (presentar a las mujeres como seres inferiores) pero no el opuesto (presentar a las mujeres como a iguales) pueden responderse en referencia a otros ejemplos de expresi\u00f3n reglamentada. El hecho de que no podamos ver la falta de neutralidad, por ejemplo, al prohibir la publicidad de drogas ilegales, mientras recibimos con agrado a la publicidad en contra de drogas ilegales, se debe a la aceptaci\u00f3n difundida de tales acciones. La falta de neutralidad se torna invisible cuando tratamos puntos de vistas convencionales o tradicionales pero deja de serlo cuando los puntos de vista no son tradicionales (Sunstein 1993\u00aa).<\/p>\n

El tema del da\u00f1o es tambi\u00e9n el centro de los esfuerzos por regular las expresiones de odio o racistas. Es verdad que algunos c\u00f3digos de expresi\u00f3n de odio de las universidades, redactados en forma precipitada, fueron rechazados por los tribunales o dejados de lado en forma voluntaria y que los indicios de los fallos de la Corte Suprema no son alentadores [22]. Sin embargo, existe un creciente reconocimiento de los da\u00f1os que infligen las expresiones de odio en sus v\u00edctimas. Se est\u00e1n realizando nuevos esfuerzos para equilibrar los principios de la Primera Enmienda y los derechos de sus v\u00edctimas (ver Matsuda 1989).<\/p>\n

En el caso del acoso a los cazadores, la ley trata de proteger las actividades tradicionales del grupo especial de cazadores, a pesar de que al hacerlo de esta forma restringe las actividades de un grupo no tradicional de zoof\u00edlicos e incluso de individuos neutrales a la caza que se sienten inc\u00f3modos al permanecer en los parques mientras los disparos contin\u00faan. Las actividades de los que protestan en contra de la caza, que acosan a los cazadores y tratan de convencerlos de conservar a los animales, no provoca la eliminaci\u00f3n de algo para lo cual s\u00f3lo est\u00e1n autorizados los cazadores. Las exhortaciones de los opositores para que los cazadores respeten la vida de un ciervo o disparen con una c\u00e1mara en lugar de hacerlo con un arma no pueden caracterizarse como \u00abpalabras combativas\u00bb o expresiones de odio de ninguna forma.<\/p>\n

\u00bfPorqu\u00e9 deben ser los animales de tierras p\u00fablicas considerados propiedad de cazadores para que los maten y no propiedad de aquellos que se oponen a la caza para salvarlos? Es dif\u00edcil evitar en este caso una comparaci\u00f3n con los que protestan en pro de la vida y bloquean las entradas de cl\u00ednicas donde se efect\u00faan abortos. Las actividades que realizan, mientras no sean violentas, est\u00e1n protegidas con el mote de libertad de expresi\u00f3n, pero las actividades pac\u00edficas de los opositores a la caza son consideradas como una conducta al margen de la ley [23]. En oposici\u00f3n, los cazadores pueden matar animales, que son sujetos independientes de vida, como parte de su derecho a la privacidad sin que haya interferencia por parte de los que protestan; la privacidad de las mujeres que buscan terminar con un embarazo -o, para usar el mismo lenguaje, matar a un feto que no es viable en forma independiente – no siempre est\u00e1 protegida por aquellos que se oponen al aborto. Los cambios que se producen actualmente en el Congreso y en los tribunales complicaron el tema. El Congreso promulg\u00f3 leyes que protegen a las cl\u00ednicas que realizan abortos contra opositores violentos al mismo tiempo que promulg\u00f3 leyes que aseguren la \u00abseguridad\u00bb de cazadores de aquellos que interfieren con la \u00abcaza legal\u00bb [24]. La ACLU apoy\u00f3 la ley de protecci\u00f3n cl\u00ednica pero se opuso a la ley de acoso a los cazadores. La explicaci\u00f3n para la diferencia en el trato puede radicar en el hecho de que el Congreso, bajo la influencia del lobby de la Asociaci\u00f3n Nacional de Rifles, mezcl\u00f3 a los defensores de los animales con manifestantes violentos, mientras que la ACLU, cuando por fin se di\u00f3 cuenta del hecho, pudo distinguir entre la violencia contra las cl\u00ednicas donde se realizaban abortos y las demostraciones pac\u00edficas de aquellos que protestan en contra de la caza.<\/p>\n

Al reexaminar el trato diferencial de la libertad de expresi\u00f3n en los esfuerzos por reglamentar la pornograf\u00eda y el acoso a los cazadores en vistas de las observaciones anteriormente mencionadas, podemos llegar a la conclusi\u00f3n de que la discrepancia se explica mejor si reconocemos que no existe tal discrepancia en absoluto. Las leyes antipornogr\u00e1ficas restringen la libertad de expresi\u00f3n de los hombres s\u00f3lo al punto de concederle algo de expresi\u00f3n a las mujeres. Desde el punto de vista de las mujeres, que son las v\u00edctimas principales de la pornograf\u00eda, las leyes antipornogr\u00e1ficas son realmente leyes para la libertad de expresi\u00f3n de las mujeres. Los que protestan en contra de la caza, que representan a sustitutos de los animales, tambi\u00e9n piden libertad de expresi\u00f3n, expresi\u00f3n que hasta el momento ha estado reservada para los cazadores. Sus acciones, en nombre de los animales, son expresiones no violentas de un punto de vista y por lo tanto de expresi\u00f3n.<\/p>\n

En forma similar, las acciones de los cazadores pueden interpretarse tambi\u00e9n como una forma extrema de expresi\u00f3n: si los animales son meros objetos y no personas, entonces matarlos como deporte es una forma de expresi\u00f3n al igual que quemar una bandera se considera una forma de expresi\u00f3n. La bandera es un s\u00edmbolo que representa a una naci\u00f3n, a un gobierno en el poder o a una ideolog\u00eda dominante. Por lo tanto, quemar una bandera puede considerarse una expresi\u00f3n de ideolog\u00eda pol\u00edtica que se manifiesta en contra del status quo. A pesar de que ning\u00fan animal cuenta con representaci\u00f3n legal, los animales de caza est\u00e1n desprovistos, incluso, de la m\u00e1s m\u00ednima protecci\u00f3n que brinda la legislaci\u00f3n en contra de la crueldad. Para los cazadores, los animales de caza son un deporte y un medio de validaci\u00f3n de su hombr\u00eda o fraternidad con otros cazadores. La caza y las trampas a menudo forman parte de los ritos del pasaje a la adultez en comunidades rurales. Por lo tanto, la caza puede ser una forma de expresi\u00f3n que expresa una ideolog\u00eda masculina del juego, la suficiencia y el dominio. Es una afirmaci\u00f3n, no una protesta, del status quo. Dado que los animales de caza no cuentan con derechos legales o protecci\u00f3n en la temporada de caza, no se considera que se produzca da\u00f1o alguno: la caza se torna una forma de expresi\u00f3n. Si esta interpretaci\u00f3n parece inveros\u00edmil, es s\u00f3lo debido a que no es familiar y al hecho de que debe estar presente en una cultura en la que los animales realmente no importen. Ir\u00f3nicamente, es precisamente el hecho de que los animales no cuentan lo que nos permite considerar a la caza como la expresi\u00f3n de un punto de vista o expresi\u00f3n de nuestra sociedad.<\/p>\n

En vista de la expresi\u00f3n de grupos privilegiados en oposici\u00f3n a grupos marginados, las historias contrastantes de las leyes antipornogr\u00e1ficas y las leyes de acoso a los cazadores son en verdad coherentes. Los dos grupos sumamente coincidentes, las mujeres y los opositores a la caza, se ven simplemente silenciados por las leyes actuales. El caso de la privacidad es similar. Los cazadores pueden reclamar f\u00e1cilmente el derecho a tener privacidad a fin de contrarrestar interferencias mientras ellos les disparan a seres que no les pertenecen en zonas p\u00fablicas pero las mujeres no pueden recibir la misma protecci\u00f3n en cl\u00ednicas privadas que efect\u00faan abortos sin soslayar varias barreras judiciales y legislativas.<\/p>\n

Los animales cazados, que simplemente han sido transformados en \u00abjuego\u00bb para ser \u00abcosechados\u00bb cuando est\u00e1n maduros en la \u00abestaci\u00f3n\u00bb adecuada, son otro ejemplo del referente ausente que Carol Adams describe en forma tan apta en referencia a la carne: \u00abLos animales han sido referentes ausentes, cuyo destino se ha convertido en una met\u00e1fora para la existencia o el destino de alguien m\u00e1s… en este caso el significado original del destino de los animales es absorbido por la jerarqu\u00eda que se centra en el hombre\u00bb (Adams 1990, 42). De hecho, las met\u00e1foras de caza y carne se yuxtaponen en el caso de los animales cazados, ya que los cazadores tratan cada vez m\u00e1s de justificar sus matanzas al consumir el objeto de su violencia, o, en algunos casos, tratan de recibir la absoluci\u00f3n o el cr\u00e9dito del beneficio al ofrecer lo cazado a organizaciones de caridad para que lo consuman seres humanos pobres o indigentes (DePass 1992). De esta forma, los pobres se convirtieron en los c\u00f3mplices inconscientes del fallecimiento de aquellos que est\u00e1n incluso peor que ellos. De forma similar, el dinero del s\u00edmbolo reconocido de la pornograf\u00eda, la revista Playboy, contribuy\u00f3 a trav\u00e9s de la Fundaci\u00f3n Playboy a las causas de las feministas o de las mujeres (MacKinnon 1987, 134). Podemos seguir la analog\u00eda hasta el caso de la prostituci\u00f3n. Los sin techo [25] tienen pocas opciones de que su consumo del bot\u00edn de los cazadores no pueda ser considerado como una elecci\u00f3n libre como en el caso de las mujeres que expresan que se involucran en la prostituci\u00f3n al no tener otra elecci\u00f3n (Giobbe 1990).<\/p>\n

Existe tambi\u00e9n una conexi\u00f3n m\u00e1s directa entre la pornograf\u00eda y la caza. Cuando no cazan, los cazadores se pueden entretener con otras atracciones masculinas que les son suministradas en los cotos de caza: Como informa Farnham (1992), \u00abse puede conseguir un desnudo y un muchacho por $1,50\u00bb; el stripper junta las propinas de las narices \u00abde los clientes\u00bb. No en forma manual.\u00bb Puede ser en verdad una forma de entretenimiento o puede ser una preparaci\u00f3n psicol\u00f3gica, como el hecho de mostrarles pel\u00edculas pornogr\u00e1ficas a los pilotos de la Guerra del Golfo en v\u00edsperas de sus \u00abataques quir\u00fargicos\u00bb a Iraq [26]. Existe a\u00fan una permutaci\u00f3n m\u00e1s horrible de este tema en la guerra civil en Bosnia. Un combatiente Servio capturado revel\u00f3 la forma en la que el era entrenado en un combate mano a mano con cerdos vivos, cuyas gargantas cortaba una vez que los hab\u00eda inmovilizado. Luego se le exig\u00eda que aplicara esta pr\u00e1ctica con los prisioneros de guerra de Bosnia y en la violaci\u00f3n y asesinato de ni\u00f1as de Bosnia. El expresa que cumpl\u00eda \u00f3rdenes (Beeston 1992).<\/p>\n

Acoso Sexual y Acoso a los Cazadores<\/h5>\n

\u00bfQu\u00e9 significa acoso? Durante las audiencias de Anita Hill – Clarence Thomas Senate y los informes y encuestas respectivas, aprendimos al menos algo respecto al acoso sexual: la mayor\u00eda de las mujeres dijeron que sab\u00edan lo que era, pero la mayor\u00eda de los hombres afirmaron que no ten\u00edan idea de a qu\u00e9 se refer\u00edan las mujeres (Roman 1992b).<\/p>\n

No ha habido semejante confusi\u00f3n aparente en el caso del acoso a los cazadores, o al menos los tribunales y la legislatura no se dieron cuenta. Examinemos los pronunciamientos de las leyes de un estado en contra del acoso sexual y el acoso a los cazadores. Michigan nos ayudar\u00e1 en este prop\u00f3sito, ya que sus leyes parecen ser representativas. Como inform\u00f3 Roman, la mayor\u00eda de las leyes estatales consideran al acoso sexual como una discriminaci\u00f3n sexual ilegal. El acoso sexual a una mujer no es algo que le sucede a ella por la clase de mujer que es sino simplemente por ser mujer. Tampoco es una expresi\u00f3n biol\u00f3gica de todos los hombres, pero incluso en ese caso, seguir\u00eda siendo err\u00f3nea.<\/p>\n

Argumentos semejantes son los que detalla MacKinnon (1987) y muestran los pasos que los tribunales siguieron para llegar a la conclusi\u00f3n de que el acoso sexual es una discriminaci\u00f3n sexual. El acoso sexual como discriminaci\u00f3n fue prohibido en el T\u00edtulo VII de la Ley de Derechos Civiles (Furfaro y Josephson 1992) y la Comisi\u00f3n de Iguales Oportunidades de Empleo (EEOC) codific\u00f3 las pautas de acoso sexual. Los lineamientos de la EEOC son la norma utilizada por las leyes estatales tales como las de Michigan.<\/p>\n

La ley de Michigan [27] especifica que \u00abLa discriminaci\u00f3n debido al sexo incluye al acoso sexual que representa avances sexuales no deseados, solicitudes de favores sexuales y otras conductas o forma de comunicaci\u00f3n verbal o f\u00edsica de naturaleza sexual\u00bb y luego proceder a establecer las condiciones en las que se puede responder a tal conducta. Dicha conducta asume generalmente a una de las dos siguientes formas: la forma quid pro quo, en la que tal sumisi\u00f3n a o rechazo de la conducta repercuten en el empleo o la educaci\u00f3n, la vivienda y otras condiciones de servicios p\u00fablicos o procesos de toma de decisiones que afectan al individuo; o la forma de ambiente hostil, en las que el clima creado por la conducta interfiere en el bienestar psicol\u00f3gico o de acci\u00f3n de la v\u00edctima (Furfaro y Josephson 1992). Bajo la forma de entorno hostil, la conducta permanece en gran parte sujeta a la interpretaci\u00f3n y esto ha incitado la ira de los defensores de la libertad de expresi\u00f3n, especialmente dado que las decisiones recientes de la corte dejan la determinaci\u00f3n de qu\u00e9 constituye un ambiente hostil a la pauta de una \u00abmujer razonable\u00bb. De acuerdo con Plevan y Popper (1992, 25), \u00abla corte razon\u00f3 que las diferentes perspectivas entre los hombres y las mujeres respecto del comportamiento sexual requer\u00edan la aplicaci\u00f3n de normas basadas en el g\u00e9nero.\u00bb<\/p>\n

A pesar de que la mayor\u00eda de las v\u00edctimas de acoso sexual han sido mujeres y los perpetradores hombres, una norma basada en el g\u00e9nero santificado por la ley no s\u00f3lo est\u00e1 perturbando a la mayor\u00eda de los hombres, que ahora comienzan a experimentar qu\u00e9 se siente ser \u00abel otro\u00bb, sino que en ciertas ocasiones puede tener un resultado contraproducente para las mujeres y otros grupos de opini\u00f3n minoritarios en diferentes contextos debido al cumplimiento selectivo (discriminatorio). Esto sucedi\u00f3 en Canad\u00e1. En 1992, en el fallo hist\u00f3rico de Butler, la Corte Suprema de Canad\u00e1 tom\u00f3 una postura a favor de las mujeres con respecto a la pornograf\u00eda al sostener que las restricciones sobre pornograf\u00eda que subordinen o degraden a las mujeres en verdad infringen la libertad de expresi\u00f3n pero que las restricciones sobre tales expresiones se justifican porque le causan da\u00f1o a las mujeres [28] Sin embargo, la primera publicaci\u00f3n que fue objeto de juicio bajo la nueva disposici\u00f3n fue una revista para lesbianas producida por mujeres para mujeres y que mostraba im\u00e1genes de mujeres desnudas unidas (Varchaver 1992). Dado que la pornograf\u00eda de lesbianas y la victimizaci\u00f3n de mujeres por otras mujeres es en general un problema social relativamente peque\u00f1o, contamos aqu\u00ed con otro ejemplo de la forma en la que la ley se aplica en forma selectiva y con m\u00e1s severidad a las mujeres [29] -a pesar de que tal vez una opini\u00f3n m\u00e1s veros\u00edmil sea la de que el material homosexual ha sido objeto frecuente de pautas de obscenidad mucho antes de la decisi\u00f3n de Butler (Landsberg 1993).<\/p>\n

La ley de Michigan sobre acoso a los cazadores especifica:<\/p>\n

(1) Una persona no obstruir\u00e1 ni interferir\u00e1 en la captura legal de animales por parte de otra persona con el intento de prevenir esa captura legal.
\n(2) Una persona violar\u00e1 esta secci\u00f3n cuando el o ella incurran en forma intencional o a conciencia en algunos de los actos siguientes:
\n(a) conducir o perturbar a los animales con el prop\u00f3sito de evitar una captura legal de los mismos.
\n(b) Bloquear, impedir o acosar a otra persona que est\u00e1 a punto de capturar legalmente a un animal.
\n(c) Utilizar est\u00edmulos naturales o artificiales, ya sean visuales, orales, olfatorios, gustativos o f\u00edsicos (sic) para influir en el comportamiento del animal a fin de evitar o prevenir la captura legal del mismo [30].<\/p>\n

La ley contin\u00faa con la descripci\u00f3n de conductas adicionales prohibidas. Al comparar las leyes de acoso sexual con las de acoso a los cazadores, existen algunas diferencias sorprendentes. El acoso sexual se define, sin embargo, en forma inapropiada de acuerdo con algunas personas, como \u00abavances sexuales no deseados\u00bb. En la ley de acoso a los cazadores, la palabra \u00abacoso\u00bb figura en el punto (b) pero no se lo define espec\u00edficamente, a menos que se lo utilice como sin\u00f3nimo de \u00abbloqueos\u00bb o \u00abimpedimentos\u00bb. Otra diferencia es que el cazador acosado debe hallarse ejecutando un acto espec\u00edfico, que se describe, eufemisticamente, s\u00f3lo como \u00abla captura legal de un animal.\u00bb \u00bfSuena esto como la matanza de un animal? En la actualidad se parece m\u00e1s a la \u00abcaptura legal de su esposa por parte de un hombre,\u00bb que ya no es m\u00e1s legal en Michigan porque la violaci\u00f3n matrimonial ha sido prohibida [31]<\/p>\n

En un caso de acoso sexual hay dos partes involucradas, el acosador y el acosado, que es tambi\u00e9n la v\u00edctima. En un caso de acoso a un cazador, tenemos tres partes intervinientes, el cazador, el activista y el animal. Pero \u00bfqui\u00e9n es el acosador, el acosado o la v\u00edctima? Eso depende de las creencias personales morales o religiosas. A los ojos de la ley o de los cazadores, s\u00f3lo hay dos partes, el animal sigue siendo la parte ausente. A los ojos de los activistas de los derechos a los animales y probablemente a los ojos de muchos que simplemente se oponen a la caza deportiva, el animal es la v\u00edctima acosada y el cazador es el acosador. La siguiente declaraci\u00f3n en el informe de la secci\u00f3n de deportes sobre una protesta efectuada en Michigan contra la caza en el oto\u00f1o de 1992 transmite en forma definitiva un punto de vista seguro respecto al tema: \u00ab(el jefe de la unidad de cumplimiento del Departamento de Recursos Naturales) inst\u00f3 a los cazadores que son v\u00edctimas de los manifestantes a mantenerse calmados y a no reaccionar en forma violenta, porque esta clase de manifestaciones est\u00e1n preparadas para que los cazadores aparezcan como los agresores\u00bb (Husar 1992). Esta debe ser una de las raras circunstancias en las que los escritores de noticias deportivas le adjudican una connotaci\u00f3n negativa al comportamiento agresivo y lo asignan a aqu\u00e9llos que ellos generalmente rechazan por ser amantes de la naturaleza Bambi. \u00bfla ley de Michigan y otras semejantes a \u00e9sta, como la ley de Connecticut de 1990 que contiene lenguaje similar, discriminan los derechos de los manifestantes a la libertad de expresi\u00f3n? Como algo escrito, se supone que la ley debe aplicarse para todos por igual, incluyendo a un devoto de la naturaleza que decide comunicarse con los esp\u00edritus del bosque por medio de una danza ritual y con hojas crujientes o por medio de un conjuro m\u00edstico y en voz alta. \u00bfSe les iniciar\u00eda juicio a estos amantes de la naturaleza para hacer que la ley pase la prueba de neutralidad y por lo tanto se declarar\u00eda que las tierras p\u00fablicas no est\u00e1n al alcance de ninguna otra persona que no sea un cazador? \u00bfO no se los enjuiciar\u00e1 con el fundamento de que su intenci\u00f3n no era evitar la caza sino comunicarse con la naturaleza? De ser as\u00ed, \u00bflos manifestantes contra la caza podr\u00edan argumentar tambi\u00e9n que no es su intenci\u00f3n impedir la captura legal de un animal, sino que simplemente desean comunicarle un mensaje urgente al alma de una hermana o incluso proteger la integridad del lazo maternal entre la gama y el cervatillo?<\/p>\n

Hay algo seguro: los libertarios civiles est\u00e1n comenzado a defender poco a poco a los manifestantes en contra de la caza y el acoso a los cazadores ya no aparece en los pies de p\u00e1gina de libros y art\u00edculos que debaten las cuestiones de libertad de expresi\u00f3n relacionadas con la pornograf\u00eda y el acoso sexual. Los art\u00edculos de diarios de noticias que toman la cuesti\u00f3n en las secciones de deportes o en las secciones de aventura hacen esfuerzos denodados para demoler los estereotipos relacionados con el g\u00e9nero al citar a mujeres que cazan, a pesar de que el n\u00famero de mujeres cazadoras se estima en \u00abun 11% que sigue en aumento\u00bb (Farnham 1992). Puede ser que los escritores de exteriores reconozcan inconscientemente la conexi\u00f3n entre la caza y el acoso a los cazadores con otros agravios feministas y deseen neutralizarla. Las feministas tradicionales han evitado cualquier comparaci\u00f3n con las cuestiones relacionadas con los animales como algo que degrada a las mujeres en forma inherente, pero la reciente participaci\u00f3n de la ACLU tiende a hacer que las leyes de acoso a los cazadores y de libertad de expresi\u00f3n sean, al menos, un tema respetable de discusi\u00f3n.<\/p>\n

\u00bfQu\u00e9 podemos sacar como conclusi\u00f3n de la comparaci\u00f3n entre las leyes de acoso sexual y acoso a los cazadores? La diferencia sorprendente en la aceptaci\u00f3n se hace m\u00e1s clara a\u00fan si nos damos cuenta de que los verdaderos acosadores en ambos casos son predominantemente miembros del g\u00e9nero masculino. Los opositores a la caza no est\u00e1n all\u00ed para acosar a nadie pero s\u00ed para proteger o advertirle a los animales que no son propiedad de los cazadores. Los cazadores est\u00e1n all\u00ed para efectuar el \u00faltimo acoso: la matanza. Al sustraer a los animales de la discusi\u00f3n respecto a la caza, las leyes tienen \u00e9xito al convertir al acosador en el acosado. Como en el caso de la pornograf\u00eda, lo que superficialmente parece ser inconsistente, es consistente a un nivel m\u00e1s profundo. El verdadero acosador se encuentra en una posici\u00f3n de dominio pero debe ser protegido, ya sea al convertir su conducta en libertad de expresi\u00f3n, como en el caso de la pornograf\u00eda o del acoso sexual, o al transformar su expresi\u00f3n en una conducta que debe protegerse en base al argumento de privacidad, como en el caso de la caza. La expresi\u00f3n de las v\u00edctimas y de las v\u00edctimas sustitutas bien no existe, como en el caso de la pornograf\u00eda o del acoso sexual, o se la convierte en una conducta que puede suprimirse, como en el caso del acoso a la caza.<\/p>\n

Violaci\u00f3n y Caza<\/h5>\n

Cuando los argumentos \u00e9ticos contra comportamientos atrincherados fracasan, los cient\u00edficos y los cazadores, que son predominantemente hombres, utilizan la \u00abnaturaleza\u00bb y el ejemplo de otros animales para exonerar las propensiones menos atractivas del g\u00e9nero masculino o para justificar su propio comportamiento. Y si bien su argumento usual en favor de la experimentaci\u00f3n con animales o de la matanza o del consumo de animales es que los seres humanos son superiores debido a su racionalidad y a su inteligencia sin igual, cuando se trata de violaci\u00f3n y caza, los dem\u00e1s animales y la naturaleza en s\u00ed misma les sirven a menudo como modelos y excusas. En el caso de violaci\u00f3n, Anne Fausto-Sterling (1985) expone los intentos de socio-bi\u00f3logos prominentes para ajustar sus observaciones en el comportamiento reproductivo de patos reales e insectos y peces para la definici\u00f3n de violaci\u00f3n. Al definir violaci\u00f3n como una estrategia adaptativa dictada por la evoluci\u00f3n, estos cient\u00edficos redefinen un delito humano como un comportamiento gen\u00e9ticamente programado que mejora el estado biol\u00f3gico de los hombres. La conclusi\u00f3n es que la violaci\u00f3n es inevitable y que no deber\u00edamos desperdiciar nuestros esfuerzos para evitarla a menos que podamos cambiar la naturaleza de los hombres.<\/p>\n

En forma similar, los cazadores proclaman su derecho a matar en cierta forma al expresar que \u00ablos animales est\u00e1n en la tierra para nuestro consumo\u00bb y por otra parte al afirmar que la caza simplemente confirma \u00abla condici\u00f3n de los animales\u00bb en la cadena de seres vivos: \u00abAl matarlos, el (el cazador) se suma voluntariamente a la caza de vida y muerte que conecta a todos los dem\u00e1s predadores y presas. Y as\u00ed conectado, experimenta la naturaleza en una forma m\u00e1s \u00edntima que la simple observaci\u00f3n de las ballenas: las observa y luego las come\u00bb (Farnham 1992). Marti Kheel analiz\u00f3 los escritos de los ecologistas profundos Randall Eaton, Jos\u00e9 Ortega y Gasset y Aldo Leopold sobre el tema de la caza y descubri\u00f3 que para ellos la caza no es \u00abun medio necesario de subsistencia sino m\u00e1s bien un deseo de realizar una necesidad psicol\u00f3gica profunda \u00abpara identificarse con el animal (Kheel 1990). Esta es una tarea imposible, dado que el animal es matado pero para los cazadores ordinarios el comer la carne muerta es, obviamente, suficiente para los fines de identificaci\u00f3n. No es clara la forma en que las mujeres cazadoras interpretan su conexi\u00f3n con la naturaleza mediante la matanza pero el art\u00edculo de Farnham brinda algunas pistas. Desp\u00faes de informarnos que Jane Fonda tambi\u00e9n caza, describe una larga lista de la parafernalia m\u00e1s caliente y otros productos o servicios que podemos adquirir: armas que se cargan por la boca, esencias y se\u00f1uelos, llamadores (instrumentos), sistemas de adquisici\u00f3n de presas como binoculares infrarrojos y Orejas Bi\u00f3nicas, videos de c\u00f3mo hacerlo, clases especiales, alquileres de empresas, etc. (Farnham 1992). Tal abundancia de bienes de consumo puede atraer a los adherentes del credo \u00abcompre hasta que se canse\u00bb de ambos sexos y recrutar a algunas mujeres (y hombres) del usual \u00abcazar las ofertas\u00bb a \u00abcomprar para la caza.\u00bb<\/p>\n

Conclusi\u00f3n<\/h5>\n

No es ninguna novedad que la protecci\u00f3n a la expresi\u00f3n se aplica en forma selectiva. Por un lado, es dif\u00edcil imponer reglamentaciones sobre la libertad de expresi\u00f3n, cuando los productores de pornograf\u00eda hacen dinero y las mujeres son las v\u00edctimas pero por otro lado, los temas de libertad de expresi\u00f3n son casi invisibles cuando los cazadores y la industria de la caza han de beneficiarse y s\u00f3lo se silencia la expresi\u00f3n de los activistas de los derechos de los animales. De igual forma, las leyes de acoso sexual son criticadas a menudo y a la larga por no ser claras o infligir la libertad de expresi\u00f3n pero las leyes de acoso a los cazadores se han escapado en gran parte a tal escrutinio. Visto de esta forma, ni la aplicaci\u00f3n de las leyes ni la posici\u00f3n de las mujeres (que forman la mayor\u00eda de los defensores de animales) en relaci\u00f3n a cuestiones de libertad de expresi\u00f3n son incoherentes. El sistema legal protege incluso la libertad de expresi\u00f3n de la clase dominante a expensas de la libertad de expresi\u00f3n de los grupos subordinados o minoritarios. Para tal fin, puede recurrir a varias contorsiones, tales como la de retratar a los cazadores como v\u00edctimas de acoso y convertir las expresiones de opini\u00f3n de los opositores a la caza en una conducta. De la misma manera, las mujeres tienen l\u00f3gica cuando apoyan las leyes antipornogr\u00e1ficas y se oponen a las leyes de acoso a los cazadores. En ambos casos, pelean por su derecho a no ser silenciadas al hablar en contra de explotadores que objetivizan a las mujeres o a los animales de forma similar [32].<\/p>\n

En lo que respecta a las mujeres, parece haber un cambio que puede ser o no ef\u00edmero. El fallo hist\u00f3rico de Butler en Canad\u00e1 puede allanar el camino para una nueva legislaci\u00f3n antipornogr\u00e1fica; hay una mayor conciencia de los temas de acoso sexual despu\u00e9s de algunos casos recientes importantes y un cambio aparente de base en la ACLU [33]; y nuevas leyes contra el acecho ofrecen finalmente una cierta protecci\u00f3n sumamente necesaria para las mujeres que a menudo son perseguidas a muerte por ex-maridos y novios (Holstrom 1992). Sin embargo, ya se espera que la constitucionalidad de estas leyes sea cuestionada. Lamentablemente, los defensores de los animales perdieron recientemente en apelaciones algunas batallas legales que ya hab\u00edan ganado en tribunales inferiores [34]<\/p>\n

Al mismo tiempo que divisamos el fen\u00f3meno de mujeres exitosas que adoptan las normas de los hombres en venganza. \u00bfLa marcha de las mujeres hacia el ascenso en el poder, ganado con todas las ventajas, significar\u00e1 que ellas tambi\u00e9n elijan hacer gala de sus preferencias por la carne roja, la piel de los animales, la caza deportiva e incluso la corrida de toros?35 Ya que las mujeres est\u00e1n ensanchando las filas de la ciencia biom\u00e9dica, pueden haber adoptado la pr\u00e1ctica de la experimentaci\u00f3n animal.36 \u00bfSe convertir\u00e1 la explotaci\u00f3n animal en el \u00faltimo s\u00edmbolo de igualdad con el hombre blanco? O \u00bfel gran n\u00famero de abogados mujeres cambiar\u00e1 la forma en la que la ley trata tanto a mujeres como a animales?<\/p>\n

Notas<\/strong><\/p>\n

Desear\u00eda agradecer a Carol Adams por su aliento e insistencia para que escriba este art\u00edculo. De la misma manera me gustar\u00eda agradecer a los revisores an\u00f3nimos por sus valiosas sugestiones y a Josephine Donovan, Susanne Kappeler y Katherine Malin por sus detenidas lecturas de mi art\u00edculo.<\/p>\n

    \n
  1. El lenguaje de los derechos ha sido criticado por las feministas por su car\u00e1cter patriarcal, pero est\u00e1 fijado en el sistema legal e impreso en nuestra conciencia. Como los diferentes modos de pensamiento tambi\u00e9n terminaron siendo oficialmente aceptados, la palabra \u00abderechos\u00bb puede cambiar su connotaci\u00f3n. En este art\u00edculo se usa como una abreviatura para acarrear a un amplio conjunto de ideas -incluyendo cuidado, consideraci\u00f3n, liberaci\u00f3n y legitimaci\u00f3n procesal legal.<\/p>\n<\/li>\n
  2. \n

    Tal como \u00abperra\u00bb,\u00bbchancho\u00bb, \u00abrata\u00bb, \u00abvaca\u00bb,\u00bbtopo\u00bb,\u00bbtibur\u00f3n\u00bb y, por supuesto \u00abbestia\u00bb, \u00abbruto\u00bb, \u00abanimal\u00bb y \u00abcarne\u00bb. Ver el art\u00edculo de Dunayer en este volumen.<\/p>\n<\/li>\n

  3. \n

    Uso el t\u00e9rmino \u00abanimales\u00bb como una abreviatura de \u00abanimales no humanos\u00bb, tal como en el discurso cotidiano.<\/p>\n<\/li>\n<\/ol>\n

    4.Falta de legitimaci\u00f3n significa aproximadamente que la ley no reconoce a los animales como entidades que poseen intereses en s\u00ed mismos. Los animales no tiene personer\u00eda, aunque las corporaciones actualmente s\u00ed. En casos recientes llevados por activistas por los derechos animales intentaron establecer legitimaci\u00f3n para las organizaciones de protecci\u00f3n y derechos animales para litigar en beneficio de los animales, pero, despu\u00e9s de algunos \u00e9xitos iniciales en las cortes de primera instancia, estos esfuerzos fallaron. Ver notas 5 a 32.<\/p>\n

      \n
    1. El caso contra USDA, Animal Legal Defense Fund v. Madigan, 761 F. Sup..,797 (DDC,1992), fue llevado por la Animal Defense Fund (ALDF), la Humane Society of United States (HSUS), y otros 2 individuos en la corte federal. USDA perdi\u00f3 en primera instancia, pero la decisi\u00f3n fue volcada en apelaci\u00f3n, en Animal Defense Fund v. Mike Espy, 23 F3d 496 (D.C.Cir.1994). La corte no reconoci\u00f3 que las organizaciones o los individuos, uno de los cuales era un investigador, tuviera legitimaci\u00f3n para actuar porque no demostraron estar directamente afectados. Notar que las especies exlcuidas de la protecci\u00f3n rudimentaria de la Animal Welfare Act comprende la vasta mayor\u00eda (85%) de los animales de laboratorio.<\/p>\n<\/li>\n
    2. \n

      Ver, por ejemplo, el Utah Code Ann. Sec. 76-10-2002 (Michie 1990).<\/p>\n<\/li>\n

    3. \n

      Employment Div.,Dept. of Human Resources of Oregon v. Smith, 494) U.S.972 (1990) Ver tambi\u00e9n \u00abHialeah’s Affront to Relifious Freedom, The Chicago Tribune, editorial,8 de noviembre 1992.<\/p>\n<\/li>\n

    4. \n

      De acuerdo con Heide Prescott de la Fundaci\u00f3n para los Animales, en 1993, 48 estados ya hab\u00edan aprobado las leyes de acoso a los cazadores. La ley de Connecticut, que hab\u00eda sido volcado a nivel constitucional, ha sido redactada nuevamente y defendida en State v.Ball,226 Conn.265 (1993). La constituci\u00f3n de Montana fue defendida por la suprema corte de aquel estado, State v. Lilburn,875 P.2d 1036 (Mont.1994), pero la Suprema Corte de Idaho derrib\u00f3 la ley de acso a los cazadores de Idaho, State v. Casey, 876 P.2d 138 (Idaho 1994) Ver Montavalli (1994) La Recreational Hunting Safety and Preservation Act de 1994, Pub.L. N\u00b0 103-322, inserta en el \u00abcrime bill\u00bb, provee una pena de hasta 5.000 d\u00f3lares por todo aquel que \u00abintencionalmente se involucre en cualquier conducta f\u00edsica que significativamente obstaculice la caza legal\u00bb Cuando el contacto f\u00edsico involucre violencia o amenaza de violencia, la multa es de 10.000 d\u00f3lares.<\/p>\n<\/li>\n

    5. \n

      Church and State: Necessary sacrifice? The Economist, 14 de noviembre de 1992. secci\u00f3n Pol\u00edtica mundial y Asuntos de Actualidad.<\/p>\n<\/li>\n

    6. \n

      Church of the Lukumi Babalu Aye, Inc., et al.v.City of Hialeah 61 U.S.L.W. 4587 (U.S. 1993).Ver tambi\u00e9n \u00abExcerpts from Supreme Court Opinions on the Ritual Sacrifice of Animals,\u00bb The New York Times. 11 de junio de 1993, secci\u00f3n 1.<\/p>\n<\/li>\n

    7. \n

      Aunque la decisi\u00f3n de Hialeah fue un\u00e1nime, tres jueces expresaron desacuerdo con la resoluci\u00f3n de Smith (ver nota 7) En concurrente opini\u00f3n, el Juez Blackmun, junto con el Juez O’connor ecribi\u00f3:\u00bbEste caso no presenta, y por lo tanto declino de extenderlo, si la Cl\u00e1usula de Libre Ejercicio requerir\u00eda una excepci\u00f3n religiosa de una ley que sinceramente persiguiera el objetivo de proteger los animales de un tratamiento cruel\u00bb<\/p>\n<\/li>\n

    8. \n

      Para un an\u00e1lisis de las tensiones entre feminismo y liberalismo cuando est\u00e1 involucrado el sexo ver Leidholdt y Raymond (1990)<\/p>\n<\/li>\n

    9. \n

      El caso de Hialeah es otro ejemplo de alianzas mixtas: ACLUy varias organizaciones cristianas y jud\u00edas estuvieron al lado de la Iglesia de Lukumi Babalu Aye en apoyo de los sacrificios de animales como expresi\u00f3n religiosa. Predeciblemente, muchas organizaciones de bienestar y de derechos animales estuvieron de parte de la ciudad de Hialeah, El posterior, como not\u00f3 la Suprema Corte no s\u00f3lo consider\u00f3 la matanza de animales por caza, pesca y comida como necesaria, sino que ni siquiera consider\u00f3 el uso de conejos vivos para entrenar a los galgos para las carreras como crueldad con los animales.<\/p>\n<\/li>\n

    10. \n

      Para una cr\u00edtica de la oposici\u00f3n a la legislaci\u00f3n antipornogr\u00e1fica, ver Mac Kinnon (1990).<\/p>\n<\/li>\n

    11. \n

      Este punto es hecho con frecuencia en los escritos de Mac Kinnon.<\/p>\n<\/li>\n

    12. \n

      Ver Bass (1992) y nota 8 para una actualizaci\u00f3n de la ley de Connecticut.<\/p>\n<\/li>\n

    13. \n

      Radio P\u00fablica Nacional, Morning Edition, 3 de diciembre de 1992.<\/p>\n<\/li>\n

    14. \n

      Una bandera en llamas tambi\u00e9n involucra acci\u00f3n, pero aun as\u00ed es protegida por el discurso. Doy cr\u00e9dito a Josephine Donovan por esta observaci\u00f3n, que es considerada al final de esta secci\u00f3n.<\/p>\n<\/li>\n

    15. \n

      Los activistas por los derechos animales son habitualmente ridiculizados como \u00ablos amantes de Bambi\u00bb o los \u00abbunny huggers\u00bb cuando la objeci\u00f3n es proteger la pr\u00e1ctica de matar animales por deporte o comida.Los adjetivos significan decir que los activistas son excesivamente emocionales y que err\u00f3nemanete anotropomorfizan a los animales. Por otro lado, cuando el tema es la experimentaci\u00f3n animal, el ep\u00edteto de elecci\u00f3n es \u00abterroristas\u00bb. el t\u00e9rmino \u00abterrorista\u00bb recibi\u00f3 sanci\u00f3n oficial por parte de la entonces Secretaria de Salud y servicios humanos Louis Sullivan, quien lo us\u00f3 la v\u00edspera de la hist\u00f3rica marcha por los Animales en Washington D.C., en junio de 1990. Esta caracterizaci\u00f3n inspir\u00f3 a un prominente l\u00edder de los derechos animales a decir con sarcasmo:\u00bbSol\u00edamos ser peque\u00f1as se\u00f1oras de edad con zapatillas de tenis, ahora nos convertimos en terroristas\u00bb<\/p>\n<\/li>\n

    16. \n

      Esta es la explicaci\u00f3n oficial para justificar estos cursos.Los defensores de los animales hicieron cargos contra estos cursos en el sentido de que eran usados para reclutar chicos para actividades del tipo de la caza y el entrampado.<\/p>\n<\/li>\n

    17. \n

      La discusi\u00f3n en este par\u00e1grafo ha sido influida y sigue de cerca los argumentos presentados por el profesor de lla Universidad de Chicago Cass Sunstein en un seminario sobre Pornograf\u00eda y la Primera Enmienda dado el 14 de abril de 1993 en la Universidad de Michigan. Para una exposici\u00f3n detallada, ver Sunstein (1993b)<\/p>\n<\/li>\n

    18. \n

      Para la historia detallada y el an\u00e1lisis del c\u00f3digo de la Universidad de Wisconsin’s a la luz de las recientes decisiones de la corte, ver Siegel (1993)<\/p>\n<\/li>\n

    19. \n

      El caso contra los protestadores de la caza que pac\u00edficamente siguieron a los cazadores en los bosques del \u00e1rea de recreaci\u00f3n de Pinckney Sate, en Michigan, en octubre de 1992, fue desechado por un detalle t\u00e9cnico. El juez Bronson de la 14th Corte del Distrito encontr\u00f3 que los cazadores fueron interferidos y acosado, pero consider\u00f3 que no estaban comprometidos en la prohibici\u00f3n de caza porque estaban presentes ilegalmente en los bosques antes de las horas de cierre del parte de las 8.00 a.m. a las 10:00 p.m. El fiscal argument\u00f3 que los cazadores estaban excentos de las restricciones de cierre, pero que el encargado asistente del parque, llamado por la defensa, testific\u00f3 que no hab\u00eda tal exenci\u00f3n escrita, y que las reglas del parque eran selectivamente exigidas a los no cazadores solamente.<\/p>\n<\/li>\n

    20. \n

      No tengo la intenci\u00f3n de comparar la caza con el aborto aqu\u00ed, sino s\u00f3lo comparar c\u00f3mo las mujeres y los cazadores pasan bajo la ley cuando se enfrentan con los protestantes de sus actividades. Hab\u00eda dos posibles interpretaciones de la decisi\u00f3n de la Suprema Corte en Bray v. Alexandria Women’s Health Clinic, 113 S.Ct.753 ( U.S. 1992 ): una fue que la ley de derechos federales civiles no se usaban para proteger las cl\u00ednicas abortistas contra los protestadores que ilegalmente bloqueaban los accesos ( Shatz 1993); la otra fue que las leyes federales de derechos civiles podr\u00edan usarse de esta manera, siempre y cuando se mantuviera el criterio de comprobaci\u00f3n [Pines 1993] La escena cambi\u00f3 dr\u00e1sticamente en 1994, cuando dos m\u00e9dicos que practicaban abortos fueron asesinados por los antiabortistas: la Suprema Corte sostuvo que el acta federal: Racketeer-Influenced and Corrupt Organizations (RICO) podr\u00eda usarse contra los antiabortistas u organizaciones pro-vida que conspiraran para cerrar las cl\u00ednicas, National Organization for Women v.Scheidler 114S.Ct.798 (1994) y el Congreso aprob\u00f3 extensa legislaci\u00f3n para proteger las cl\u00ednicas abortistas, Freedom of Access to Clinic Entrances Act, 18 U.S.C.S. Sec.248 (1994).<\/p>\n<\/li>\n

    21. \n

      Una persona sin techo \u00bb viviendo en el sistema de refugio\u00bb de Ann Arbor, como lo describi\u00f3, me dijo en la muestra anual de comida vegana de Washtenaw Citizens for Animal Rights ( Marzo 1993) que varias personas que eran vegetarianas por motivos religiosos encontraron que no hab\u00eda mucho que pudieran comer ah\u00ed.<\/p>\n<\/li>\n

    22. \n

      \u00abUS Censored News of Pilots’ Pre-raid Porno Movies,\u00bb The Reuter Library Report, 26 de enero de 1991.<\/p>\n<\/li>\n

    23. \n

      Acta de derechos civiles de Elliott-Larsen, art\u00edculo 1. Mich. Comp. Laws Ann sec. 37.2103 (Oeste 1985)<\/p>\n<\/li>\n

    24. \n

      \u00abCanada’s High Court Upholds Anti-pornography Law\u00bb, The Atlanta Journal and Constitution, 28 de febrero de 1992, secci\u00f3n de notas extranjeras.<\/p>\n<\/li>\n<\/ol>\n

      29.Lois Forer document\u00f3, desde su experiencia como juez, que las mujeres, los ni\u00f1os y los ancianos no eran tratados equitativamente en las cortes. Ver Forer (1991).<\/p>\n

        \n
      1. \n

        Mich. Comp. Leyes Ann. Sec.300.262a (West Supp.1992).<\/p>\n<\/li>\n

      2. \n

        Mich. Comp. Laws Ann.Sec.750.520L (West 1991)<\/p>\n<\/li>\n

      3. \n

        Por paralelismo en la objetificaci\u00f3n de mujeres y animales, ver Adams (1990)<\/p>\n<\/li>\n

      4. \n

        La ACLU cambi\u00f3 su posici\u00f3n considerando la definici\u00f3n de acoso sexual. No requiere m\u00e1s que el comportamiento de acoso sea dirigido hacia un individuo particular (Gailey 1993)<\/p>\n<\/li>\n

      5. \n

        En Animal Legal Defense Fund v. Secretary of Agriculture, 813 F. Supp. 882 (D,D,C, 1993) la Fundaci\u00f3n para la Defensa Animal gan\u00f3 su caso contra la USDA en la cuesti\u00f3n de la falla de USDA de impulsar los requerimienos de ejercicio para los perros y de enriquecimiento ambiental para los primates. Un a\u00f1o m\u00e1s tarde, esta decisi\u00f3n fue derribada, Animal Legal Defense Fund, Inc v. Espy, 29 F.3d 720 (D.C. Cir.1994. Ver \u00abALDF compele a USDA a proteger a los animales en laboratorio\u00bb The Animals’ Advocate, Septiembre, 1993; y Appeals Court Reverses Key Decisions\u00bb The Animals’ Advocate. Oto\u00f1o 1994.<\/p>\n<\/li>\n

      6. \n

        Espa\u00f1a tiene ahora su primera mujer torera (Hayley 1993)<\/p>\n<\/li>\n

      7. \n

        La observaci\u00f3n basada en mi monitoreo en curso de la experimentaci\u00f3n animal en la Universidad de Michigan de los documentos obtenidos a trav\u00e9s del Acta de Libertad de Informaci\u00f3n.<\/p>\n<\/li>\n<\/ol>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

        \u00a9Mar\u00eda Comminou \u00a9Traducci\u00f3n: Ana Mar\u00eda Aboglio. En Animals & Woman, Feminist Theoretical Explorations, Carol Adams & Josephine Donovan editors, Duke University Press, EE.UU., 1995, p.126-148. Introducci\u00f3n La Constituci\u00f3n, dice Catherine Mackinnon, \u00abes una pieza de papel con palabras escritas en ella\u00bb (1987, 206). Esta pieza de papel se ha convertido en la base sobre la […]<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":1941,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"site-sidebar-layout":"default","site-content-layout":"","ast-site-content-layout":"","site-content-style":"default","site-sidebar-style":"default","ast-global-header-display":"","ast-banner-title-visibility":"","ast-main-header-display":"","ast-hfb-above-header-display":"","ast-hfb-below-header-display":"","ast-hfb-mobile-header-display":"","site-post-title":"","ast-breadcrumbs-content":"","ast-featured-img":"","footer-sml-layout":"","theme-transparent-header-meta":"","adv-header-id-meta":"","stick-header-meta":"","header-above-stick-meta":"","header-main-stick-meta":"","header-below-stick-meta":"","astra-migrate-meta-layouts":"default","ast-page-background-enabled":"default","ast-page-background-meta":{"desktop":{"background-color":"var(--ast-global-color-4)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"tablet":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"mobile":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""}},"ast-content-background-meta":{"desktop":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"tablet":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"mobile":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""}},"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":true,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[22],"tags":[42,57,21,46,25,43,20,17,61,29,30],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/i0.wp.com\/anyaboglio.com\/wp-content\/uploads\/2007\/06\/ciervo-any-aboglio.jpg?fit=640%2C495&ssl=1","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2072"}],"collection":[{"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2072"}],"version-history":[{"count":11,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2072\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2083,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2072\/revisions\/2083"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1941"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2072"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2072"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/anyaboglio.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2072"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}