{"id":2280,"date":"2016-02-02T21:37:06","date_gmt":"2016-02-03T00:37:06","guid":{"rendered":"http:\/\/anyaboglio.com\/?p=2280"},"modified":"2016-08-04T13:12:22","modified_gmt":"2016-08-04T16:12:22","slug":"los-duenos-de-las-cosas-a-proposito-de-las-jineteadas-y-otras-costumbres","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/anyaboglio.com\/los-duenos-de-las-cosas-a-proposito-de-las-jineteadas-y-otras-costumbres\/","title":{"rendered":"Los due\u00f1os de las \u201ccosas\u201d. A prop\u00f3sito de las jineteadas y otras costumbres."},"content":{"rendered":"

\"jineteadas\"<\/p>\n

Con una imagen a todo color en el centro de un texto formateado a dos columnas, la nota de la edici\u00f3n impresa no pasa desapercibida. Su t\u00edtulo: \u201cJineteadas y maltrato animal\u201d. Su autor: un editorial del diario La Naci\u00f3n. Su perfil: conservador, antropoc\u00e9ntrico y nacionalista. [1]<\/p>\n

Me propongo analizarla, no sin antes advertir que es muy esclarecedora en cuanto al tipo de discurso social, habida cuenta la relaci\u00f3n directa que establece con el discurso jur\u00eddico y con las ideas que giran alrededor de los derechos animales.<\/p>\n

B\u00e1sicamente la nota sostiene que:<\/p>\n

    \n
  1. No hay maltrato por lo que las \u201csociedades protectoras de animales\u201d \u2013de las que se queja\u2013 estar\u00edan incurriendo en un error al cuestionar las jineteadas.<\/li>\n
  2. Las jineteadas son propias \u201cde nuestro ser nacional\u201d.<\/li>\n
  3. Los caballos utilizados son muy queridos y cuidados, y como no son aptos para otras actividades, \u201cdesgraciadamente, su incuestionable destino termina siendo el frigor\u00edfico\u201d.<\/li>\n<\/ol>\n

    A continuaci\u00f3n mi an\u00e1lisis.<\/p>\n

    Nadie sobre quien se usen rebenques, sogas de sujeci\u00f3n, espuelas o cualquier otro instrumento destinado a forzarle a hacer lo que no quiere ante un p\u00fablico preparado para aceptar como normal la observaci\u00f3n admirativa de c\u00f3mo se lo somete, es solo un \u201cmaltratado\u201d. Es una verdadera v\u00edctima de violencia institucionalizada. Por supuesto, el autor de la nota ni siquiera se plantea que esto sea posible, pues se trata de un animal, dicho as\u00ed como \u201ceso\u201d que el humano tiene para usar seg\u00fan dictamine su \u201craz\u00f3n\u201d. De manera que los lectores ser\u00e1n llevados a discutir si hay o no maltrato, tomando en cuenta que \u2013dictamina la nota\u2013 la ley de protecci\u00f3n animal \u201ctiene como razonable objetivo evitar el maltrato y la crueldad hacia los animales, entendiendo como tales aquellas actitudes humanas que sin ninguna justificaci\u00f3n castigan con sa\u00f1a o maldad a los animales en general y a los caballos en particular\u201d y no para impedir \u201cla continuidad y el desarrollo de estas tradiciones<\/em>.\u201d Si la ley tuvo o no esa intenci\u00f3n, siguiendo a Dorwkin, depender\u00e1 de a qui\u00e9nes nos estamos refiriendo cuando aludimos a la intenci\u00f3n: \u00bfLa mayor\u00eda de los legisladores? \u00bfLa minor\u00eda? \u00bfLos que hicieron el proyecto original? \u00bfLos que estaban presentes en el momento de votarla? En realidad el texto legal soporta una ambig\u00fcedad propia de las leyes de textura abierta. Habida cuenta de la cada vez mayor consideraci\u00f3n moral hacia los no humanos y los conocimientos cada vez m\u00e1s difundidos provenientes de otras disciplinas que demuestran su capacidad para sentir, inteligencia espec\u00edfica y relaciones con su medio, podr\u00edamos aseverar que en las jineteadas hay maltrato, el cual es una caracter\u00edstica posible en toda instrumentalizaci\u00f3n de un ser bajo un sistema de dominio.<\/p>\n

    All\u00ed donde un ser con capacidad para sentir sea convertido en objeto de cualquier uso y pueda ser comercializable, ah\u00ed mismo est\u00e1 el problema, que ocasiona siempre sufrimiento, no solo f\u00edsico. Esto no puede ser planteado hoy en un Derecho antropoc\u00e9ntrico, tal vez incapaz de dejar de serlo mientras no haya un cambio social importante que lo impulse, junto a nuevas figuras legales que lo representen.<\/p>\n

    Mientras tanto, se sigue instalando en el debate p\u00fablico si hay o no hay maltrato. Y mientras \u00e9ste sea el tema, se mantendr\u00e1 oculto el de la injusticia. Entiendo que la situaci\u00f3n en que hoy se encuentran los animales dominados, usados \u2013en el caso\u2013 para las jineteadas, es consecuencia de una contingencia que implica oprimir y sojuzgar al no humano con la pretensi\u00f3n de que la mayor\u00eda acepte una arbitrariedad como algo impuesto por un destino inmodificable. Discutimos entonces hasta d\u00f3nde someter provoca sufrimiento o, mejor dicho, hasta d\u00f3nde vamos a considerar el sufrimiento un maltrato, pero no tematizamos acerca de que estamos arrog\u00e1ndonos el derecho a someter a otros animales seg\u00fan nuestra conveniencia, placer o entretenimiento.<\/p>\n

    El autor de la nota dice que el uso de espuelas, por ejemplo, es un medio de agarre del jinete adem\u00e1s de servir, junto al rebenque, \u201cpara azuzar al animal a fin de brindar un mejor espect\u00e1culo<\/em>\u201d. Significa que el criterio que emplea no es el que se relaciona con los intereses propios del animal, sino con el disfrute de un p\u00fablico que jam\u00e1s consentir\u00eda que se doblegue as\u00ed a un humano, aunque fuera para obtener un mejor espect\u00e1culo. Seguramente porque es muy f\u00e1cil en ese caso imaginarse en el lugar del sometido, donde a nadie le gustar\u00eda estar.<\/p>\n

    \u00bfCu\u00e1l es el \u201cser nacional\u201d que est\u00e1 representado por este modelo? Uno que, aunque ha tenido tiempo para convertirse en una p\u00e1gina del pasado, permanece gracias a la aceptaci\u00f3n, por parte de un grupo de humanos, de seguir usando a los otros animales, en todos los casos, sin ninguna necesidad. Las econom\u00edas ancladas en la violencia y la muerte podr\u00edan revertirse si lo quisi\u00e9ramos. Es obvio que los discursos antropoc\u00e9ntricos que sostienen las estructuras de esclavitud animal no pueden dar cabida a la indignaci\u00f3n creciente ante estos hechos.<\/p>\n

    \u00bfY por qu\u00e9 el amor por el animal no alcanza para que quien tanto lo ama lo salve del matadero? Hay amores que matan, ya lo sabemos. Pero suena ofensivo en estos casos hablar de amor.<\/p>\n

    El caballo ha sido siempre una de las tantas v\u00edctimas de la opresi\u00f3n que practican los humanos sobre los no humanos, forzado tambi\u00e9n a participar en la lucha del humano contra el humano en plan de conquista y colonizaci\u00f3n. Como transporte, como comida, como ganancia. Si de seres representativos se trata, parece que los caballos han mantenido entonces no solo al \u201cser nacional\u201d sino al \u201cser guerrero\u201d, al \u201cser conquistador\u201d, al \u201cser carretero\u201d, al \u201cser ganadero\u201d y a todos los otros resumibles en el \u201cser humano\u201d. Es decir, los due\u00f1os de las \u201ccosas\u201d.<\/p>\n

    Tradici\u00f3n, deporte y cultura nacional son los eufemismos que sostienen un lugar de poder que permite continuar ejerciendo la opresi\u00f3n y la esclavitud de seres sensibles incapacitados para defenderse por s\u00ed mismos. La nota saltea el problema de fondo: el caballo es forzado a un uso humano. No es cuesti\u00f3n de c\u00f3mo lo tratan, sino de una instancia previa. El apresado injustamente, el inocente encarcelado o a punto de ser ejecutado, puede ser muy bien tratado, pero el punto es que no tiene que estar ocupando ese lugar.<\/p>\n

    La nota, en definitiva, se aferra al pasado tradicional para defender la continuidad de un elemento s\u00edmbolo del dominio del humano sobre el animal, que es parte tambi\u00e9n de otras \u201ctradiciones nacionales\u201d.<\/p>\n

    Muchas costumbres clavan pu\u00f1aladas hirientes y letales sobre humanos y no humanos. Superarlas nos acerca a una sociedad m\u00e1s justa y noble para todos.<\/p>\n

    Hace poco, en el Teatro Municipal \u00ab3 de Febrero\u00bb, de Paran\u00e1, Entre R\u00edos, mientras miraba el escenario vac\u00edo, la gu\u00eda me record\u00f3 que est\u00e1bamos parados sobre los s\u00f3tanos donde, en reducidas jaulas, se encerraba a las \u201cfieras\u201d utilizadas para los espect\u00e1culos circenses que all\u00ed se hac\u00edan en otras \u00e9pocas. Estaba un poco oscuro, el cortinado bord\u00f3 me pareci\u00f3 demasiado viejo. Rebenques y espuelas, l\u00e1tigos y cadenas, picanas y cuchillos\u2026 Confieso que me corri\u00f3 un escalofr\u00edo.<\/p>\n

    Notas<\/strong><\/p>\n

    [1] \u201cJineteadas y maltrato animal\u201d, La Naci\u00f3n<\/em>, 30 de enero de 2016, Editoriales, p. 28.<\/p>\n


    \n

    Otro s\u00ed digo<\/h4>\n

    18-2-2016<\/p>\n

    Un apoyo semejante a las jineteadas se hab\u00eda publicado ya en un editorial del mismo diario, del a\u00f1o 2013 [1]. En este caso, con algunas afirmaciones que vale la pena destacar, la l\u00ednea general en cuanto a la propuesta legal es la misma: reglamentar las jineteadas en v\u00edas a limitar los excesos que puedan entrar dentro del marco de la ley 14.346 de protecci\u00f3n al animal, incluyendo el exceso de estimulantes. Admite que ser\u00eda interesante hacerlo, por ejemplo, al estilo de prohibir la estocada mortal en las corridas de toros, o las trampas que produzcan sufrimientos innecesarios en la caza de animales salvajes o plagas.<\/p>\n

    Manifiesta indignaci\u00f3n porque el proteccionismo pretenda prohibir una actividad \u201cexpresi\u00f3n de nuestra cultura rural<\/em>\u201d que, adem\u00e1s, es \u00fatil \u201cpor razones productivas, para el desarrollo de la raza caballar<\/em>\u201d, simplemente porque murieron ocho animales que eran transportados para presentarse en el Festival de Jes\u00fas Mar\u00eda. No se puede negar que esto es cierto, no se puede pretender que un accidente sea fundamento de una prohibici\u00f3n.<\/p>\n

    Entiende que quienes pidieron la prohibici\u00f3n de este \u201cespect\u00e1culo de destreza, habilidades y coraje, por entenderlo cruel y abusivo<\/em>\u201d separen \u201cla paja del trigo<\/em>\u201d. La regulaci\u00f3n es, dice, la soluci\u00f3n, porque adem\u00e1s estar\u00eda de acuerdo con el cap\u00edtulo respecto al bienestar de los animales del estatuto de la Organizaci\u00f3n Internacional de Epizootias.<\/p>\n

    Sobra decir que con lo que no estar\u00eda de acuerdo es con una relaci\u00f3n con los otros animales sintientes que no pase por la dominaci\u00f3n, el sometimiento y el uso para fines humanos, donde reside de manera absolutamente mayoritaria, el sufrimiento y la muerte de la que somos responsables. No debe haber nada que no se le haya obligado a hacer a este noble ser, al igual que a los de otras \u201crazas\u201d.<\/p>\n

    Resumo: con estos discursos se mantiene la esclavitud animal.<\/p>\n

    Nota<\/strong>
    \n[1] \u201cSeparar la paja del trigo\u201d, La Naci\u00f3n<\/em>, 27-1-13, p.24.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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