7-3-10<\/p>\n
Recientemente se debati\u00f3, en el Parlamento catal\u00e1n, la prohibici\u00f3n de las corridas de toros, a ra\u00edz de la Iniciativa Legislativa Popular al respecto. La defensa en apoyo de la prohibici\u00f3n apela a resaltar el innegable sufrimiento prolongado que soportan los toros.\u00a0 Los taurinos, que no pueden ya aludir ignorancia respecto del tema, focalizan en la necesidad de defender \u201cla tradici\u00f3n\u201d. En fin, nada nuevo de ambas partes. No le\u00ed ni escuch\u00e9 \u00faltimamente, por suerte, la disparatada defensa \u201cecol\u00f3gica\u201d de que los taurinos conservan una especie \u00fanica, como si para protegerla hiciera falta torturar y matar a los individuos que la componen. No falta empero quien no ha tenido tiempo de estudiar la biolog\u00eda y la etolog\u00eda de los vertebrados [1], y a\u00fan duda de la existencia de consciencia [2] en el toro. S\u00ed, claro que el toro se da cuenta. Tal vez no lo hace respecto de los planes maquiav\u00e9licos perpetrados por sus victimarios, o de c\u00f3mo se ha convertido su propia tortura en un espect\u00e1culo, pero s\u00ed lo hace respecto de lo \u00fanico que necesita para sentirse muy pero muy mal: percibir con certeza, junto al dolor de las heridas, que su vida corre peligro. Y es sabido que todo animal quiere seguir viviendo.
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\nLa idea de quienes quieren \u201cconservar la tradici\u00f3n\u201d es entonces que, como se hace desde mucho tiempo atr\u00e1s, determinados seres humanos pueden seguir como seguir\u00edan hoy quienes ya en otras \u00e9pocas no pudieron hacerlo, al tener que abandonar sus privilegios respecto de otros seres humanos, ante el avance de los derechos humanos universales que el mayor conocimiento y el crecimiento de la sensibilidad han sabido conseguir. Mientras tanto, en Madrid se \u201clucha\u201d para declarar a las corridas \u201cbien de inter\u00e9s cultural\u201d y en varios pa\u00edses de Sudam\u00e9rica se las incentiva como \u201ctradici\u00f3n heredada de Espa\u00f1a\u201d.<\/p>\n
El p\u00fablico en general sigue el tema a trav\u00e9s de los medios, que han polarizado el debate entre condena a la crueldad y sostenimiento de la tradici\u00f3n. La afirmaci\u00f3n de Jes\u00fas Moster\u00edn respecto de que otras tradiciones se han dejado de lado por su anti-eticidad, no es bien entendida por alguno que otro periodista que, tergiversando la comparaci\u00f3n de esa afirmaci\u00f3n, declara que no es posible comparar la ablaci\u00f3n del cl\u00edtoris en \u00c1frica con la tauromaquia. [3] Pero lo es, en la medida en que no es posible defender el derecho a torturar y matar justific\u00e1ndose en que \u201ces parte de la tradici\u00f3n espa\u00f1ola\u201d. De la misma manera, tampoco pueden los taurinos aludir a que ha sido fuente de inspiraci\u00f3n para algunos artistas, porque los artistas se inspiran en todo aquello que pueda ser capaz de inspirarlos, incluyendo las mayores atrocidades cometidas contra los seres humanos. Si lo han hecho o no, \u00bfqu\u00e9 importa? En un juicio este argumento no ser\u00eda sostenido por ning\u00fan abogado que quisiera salvar a su cliente. En la \u00e9poca de algunos de los artistas mencionados, la defensa de los derechos animales era casi una hoja en blanco. Y cada artista vuelca su esp\u00edritu creativo en su obra con la subjetividad propia de su idea de justicia y \u00e9tica, lo que no quiere decir que est\u00e9 fundamentando con ello determinada postura de \u00e9tica o justicia.<\/p>\n
La politizaci\u00f3n del tema se est\u00e1 dando a pasos acelerados. Han surgido incluso campa\u00f1as del tipo \u201cno comprar\u00e9 m\u00e1s productos provenientes de Canad\u00e1 mientras sigan permitiendo la caza de focas\u201d. Ahora se exclama el \u201cno votar\u00e9 m\u00e1s a tal partido mientras\u2026\u201d. La tentaci\u00f3n de un ciudadano cualquiera de hacer algo concreto para apoyar la prohibici\u00f3n legal es algo comprensible de entender, pero la idea de que un defensor de los derechos animales apoye o no toda una plataforma pol\u00edtica social, seg\u00fan ese partido rechace o no las corridas, es altamente conflictiva, sobre todo si ese partido est\u00e1 favoreciendo al mismo tiempo otras explotaciones animales, tanto o m\u00e1s atroces que las corridas.<\/p>\n
Lo que es seguro afirmar es que si las corridas no significaran millones y millones de euros para empresarios y protagonistas, no se defender\u00edan ni en nombre de la tradici\u00f3n ni en nombre de nada. As\u00ed que deber\u00edamos insistir en \u00a0implantar el debate un poco m\u00e1s a fondo. Prohibirlas con el exclusivo argumento del sufrimiento animal es conceder muy poco a los seres sintientes. Ellos no s\u00f3lo deber\u00edan estar fuera de todo acto de tortura hecha por entretenimiento, sino tambi\u00e9n de todo acto de manipulaci\u00f3n, sometimiento, desprecio y asesinato en raz\u00f3n de su uso como recursos para cualquier fin. Si llevamos la discusi\u00f3n a que deben prohibirse porque les duele, la argumentaci\u00f3n peca de insuficiente. Si se nos dice que es lo \u00fanico social o jur\u00eddicamente aceptable para plantear en un sal\u00f3n legislativo \u2013lo cual no creo sea as\u00ed\u2013, los que lo dicen deber\u00e1n aceptar que entonces no es ah\u00ed donde puede defenderse la abolici\u00f3n de la esclavitud animal.<\/p>\n
Los animales tienen muchos otros intereses adem\u00e1s del inter\u00e9s en no sufrir. Los medios siguen anclados en la discusi\u00f3n acerca de la \u201ccrueldad\u201d de las actividades implicadas en nuestra relaci\u00f3n con los animales no humanos. Nuestra tarea como abolicionistas \u2013si decidimos aceptarla\u2013 es llevar el tema hacia el enfoque abolicionista de los derechos animales. Es posible que las corridas puedan prohibirse en alguna ciudad mientras contin\u00faan en otras, o en otros pa\u00edses, o aceptando el uso de otros no humanos, etc. Las leyes esclavistas est\u00e1n y seguir\u00e1n mucho tiempo entre nosotros. Pero la siembra en las nuevas ideas avanza porque no s\u00f3lo tiene buenos argumentos racionales para sostenerse. M\u00e1s all\u00e1 de cualquier justificaci\u00f3n intelectual, hace falta anestesiar o suprimir la capacidad de com-pasi\u00f3n para desentenderse del dolor psico-f\u00edsico absolutamente evitable que les producimos como especie a los no humanos, consolidado institucionalmente como un derecho impartido \u201cen nombre de\u201d. Y esto es algo para lo que un ser humano es ense\u00f1ado, reprimi\u00e9ndole TODA su capacidad de compasi\u00f3n, toda su capacidad de preocupaci\u00f3n \u00e9tica por lo que le sucede a los otros. De este sentimiento surge el aislamiento de cada uno respecto de los animales sintientes, y la creaci\u00f3n de la figura del \u201cenemigo\u201d como fuente de violencia en todas sus formas. El rechazo a la utilizaci\u00f3n de otros seres sensibles como recursos para nuestro entretenimiento, placer, vestimenta o lo que sea, s\u00f3lo puede surgir de un fuerte respeto por la vida de los dem\u00e1s seres sintientes que no son distintos a nosotros en nuestro derecho a vivir libres de opresi\u00f3n, tortura, agresi\u00f3n o muerte, y con quienes compartimos la consciencia de nuestra propia vida.<\/p>\n