El 7 de mayo de 2019, Negrito San Martín fue atropellado por un auto conducido por Roberto Gutiérrez, en la entrada de la cochera de San Martín 38, Bahía Blanca. Dos veces embestido, no llegó vivo a la veterinaria donde se lo llevó de urgencia.
Negrito San Martín integraba una familia que lo había acogido con mucho afecto y que, al igual que Bruno y Brauni, era cuidado prestando especial atención a su personalidad y circunstancias. Su familia, los muchos que lo apreciaban y los que se enteraron –prensa de por medio– de lo sucedido, sumaron manifestaciones de pesar e indignación.
Desestimado el caso en sede penal, se inició la demanda civil por daños y perjuicios, después de que fracasara la mediación con el autor del atropellamiento.
La Sra. Jueza del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 7 de Bahía Blanca donde recayó el expediente, Dra. María Fernanda Arzuaga, resolvió que la culpa de lo sucedido era de la víctima y que, por lo tanto, la responsabilidad le cabía a los demandantes. Por tales motivos rechazó la demanda e impuso las costas y costos del juicio a los familiares de Negrito San Martín.
La colega que representó a los demandantes me consultó acerca de esta sentencia en relación a una posible apelación. A una apreciación inexacta de la prueba se sumaban ponderaciones que podían señalarse como arbitrarias, más allá de lo que diremos oportunamente respecto al anticuado tratamiento de una temática donde la doctrina avanza rápidamente a favor de los miembros no humanos de una familia. Por ello decidí aportar argumentación y trabajar junto a la Dra. Graciela Regina Adre en la elaboración de los Agravios. Estamos esperando la sentencia.